El jefe de finanzas del Vaticano admite que la Iglesia incurrió en «enormes errores» ante los casos de pederastia

Europa Press

SOCIEDAD

TONY GENTILE | Reuters

George Pell, estrecho colaborador del papa Francisco, asegura que la institución está ahora trabajando para remediarlo

29 feb 2016 . Actualizado a las 20:12 h.

El máximo responsable de la economía y las finanzas de la Santa Sede, y estrecho colaborador del Papa Francisco, el cardenal australiano George Pell, ha admitido «enormes errores» de la Iglesia católica ante denuncias por abusos sexuales en Australia.

Ante la Comisión Real australiana para una Respuesta Institucional al Abuso Sexual de Menores, a través de una videoconferencia, Pell ha prometido que no iba a «defender lo indefendible» y ha declarado que la iglesia incurrió históricamente en errores graves al no abordar adecuadamente el problema y que ahora está trabajando para remediarlo. «La Iglesia en muchos lugares, y ciertamente en Australia, ha estropeado las cosas y ha decepcionado a la gente», ha reconocido.

Sin embargo, el cardenal australiano ha negado que la propia institución sea la culpable de la gestión de los casos de sacerdotes que abusaron de niños aunque ha admitido que en el pasado la actitud general de la iglesia hacia el abuso fue que «el niño lo tenía mucho, mucho más difícil para que se le creyera».

«Creo que los abrumadores fallos han sido fallos más personales que de la estructura», ha añadido Pell. Además, ha asegurado que en muchas ocasiones las demandas eran a menudo desestimadas «en circunstancias absolutamente escandalosas» porque -según ha reconocido- se buscó proteger a la iglesia de la vergüenza. «Permítanme decir esto, como una aclaración inicial, y es que no estoy aquí para defender lo indefendible», ha asegurado tras haber jurado sobre la Biblia que diría toda la verdad.

La comisión está investigando los casos de abusos a menores por parte de sacerdotes en la ciudad australiana de Ballarat, donde Pell creció y trabajó, y en cómo la iglesia negoció con las víctimas que denunciaron abusos de sacerdotes, muchos de ellos en los años 70.