El papa ve con buenos ojos usar anticonceptivos para prevenir el zika

EFE

SOCIEDAD

ALESSANDRO Di MEO | REUTERS

Contempla la posibilidad de recurrir a ellos «como mal menor» ante el riesgo que plantea el virus a las embarazadas

18 feb 2016 . Actualizado a las 19:03 h.

El papa considera que el zika justifica el uso de métodos anticonceptivos. Durante el vuelo que le llevó de México a Roma, Francisco aludió a la posibilidad de recurrir a ellos «como mal menor» ante el riesgo que plantea el virus a las embarazadas el virus. El pontífice añadió, sin embargo, que «el aborto no es un mal menor, es un crimen». «Es echar fuera a uno para salvar a otro, es lo que hace la mafia», manifestó ante los 76 representantes de medios internacionales de comunicación que viajaban con él.

El pontífice dejó así abierta la posibilidad de usar anticonceptivos al recordar que el papa Pablo VI, en una situación difícil en África (la guerra en el Congo Belga), permitió a las monjas recurrir a ellos en casos de violación. Insistió, eso sí, en «no confundir el mal de evitar el embarazo, por sí solo, con el aborto». «El aborto no es un problema teológico, es un problema humano, un problema médico -explicó-. Se asesina a una persona para salvar a otra en el mejor de los casos. Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer».

En cambio, para el papa, «evitar el embarazo no es un mal absoluto», pues «en ciertos casos (en el de Pablo VI y las monjas del Congo) está claro». Francisco hizo un llamamiento «a los médicos a que hagan de todo para encontrar también las vacunas contra estos mosquitos que contagian esta enfermedad». «Sobre esto se debe trabajar», instó. 

La amiga del papa Juan Pablo II

Otro de los temas que se abordó en el trayecto aéreo fue la correspondecia, desvelada esta semana, entre el papa Juan Pablo II y su amiga la filosofa Anna-Teresa Tymieniecka, de las cuales que se intuye que existía una relación profunda entre ellos. «Yo conocía esa relación de amistad del papa y esta filósofa cuando estaba en Buenos Aires -detalló Francisco-. Era una cosa que se sabía incluso en sus libros. Juan Pablo II era un hombre inquieto».

Para él, que confesó que siempre pide opinión a las mujeres, «no hay nada malo en tener una amiga» con la que hablar. Elogia Francisco que las mujeres «miren las cosas de otro modo» y considera que «una amistad con una mujer no es pecado». Otra cosa es «una relación amorosa con una mujer que no sea tu mujer, eso sí es pecado», concretó.

Reiteró que un pontífice «tiene un corazón» y «que puede tener una amistad sana con una mujer». «No hay que asustarse, pero las mujeres todavía no están bien consideradas en la Iglesia -señaló-. No hemos entendido el bien que una mujer puede hacer a la vida del cura y de la iglesia, en un sentido de consejo, de ayuda, de sana amistad».