Igualdade rectifica y las AMPA ya no tendrán que pedir la renta a las familias

La Secretaría Xeral de Igualdade acaba de publicar una instrucción que modifica la resolución del pasado 30 de diciembre sobre ayudas destinadas a estudiantes de infantil, primaria y educación especial que participen en actividades extraescolares organizadas por las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPA). Esas ayudas se otorgan para facilitar la conciliación laboral y familiar y son financiadas en un 80 % por el Fondo Social Europeo, que las dotó este año con 250.000 euros.

La semana pasada, las AMPA de centros públicos mostraron su contrariedad con la resolución de diciembre porque, entre otras cuestiones, les obliga -y es novedad este año- a pedir a los padres la declaración del IRPF, pues solo se les concederán a aquellos padres cuyos ingresos no superen en 6,5 veces el indicador público de renta de efectos múltiples.

Anteayer, jueves, las AMPA se reunieron con los responsables de Igualdade y les trasladaron su incapacidad para pedir esos datos, protegidos por ley. Ayer, la Xunta rectificó, publicando una instrucción que modifica este punto. Ahora, las familias interesadas deberán presentar a Igualdade «a declaración do IRPF ou a certificación da Axencia Estatal da Axencia Tributaria», de manera directa o bien con una certificación que permita a Igualdade cotejar telemáticamente los datos con la propia Agencia Tributaria. En cualquier caso, la documentación «deberá achegarse a través da ANPA». Es decir, canalizan las AMPA, pero es la Administración la que maneja los datos de renta de las familias.

Los padres consideran positiva la rectificación de la Xunta, pero esperaban más, porque en la reunión se abordaron otros puntos que no se recogen en la instrucción publicada por Igualdade. Así, recuerdan que por primera vez las ayudas son excluyentes, pues no se puede optar a estas sin renunciar a las que diputaciones y concellos tienen previstas también para actividades extraescolares.

«Pero hai outro problema, que o reparto das axudas vai ser absurdo, xa que nós non saberemos a quen lles corresponden», advierte Fernando Lacaci, presidente de la Confederación Anpas Galegas. La cuestión, explica Lacaci, es que no será posible saber cuántos alumnos de los que se apuntan a una actividad tienen derecho a la subvención. «Por tanto, aos pais haberá que cobrarlles o prezo completo e descontarlles máis adiante o correspondente á subvención, en canto se coñeza a cantidade».

Pero ahí aparece la segunda parte del problema. Los datos los manejará la Xunta, «que lle vai dicir a cada ANPA que dos seus 300 nenos teñen dereito á axuda 140, ou os que sexan. Pero nós non saberemos os nomes dos beneficiarios, nin debemos sabelos», precisa Lacaci. Por tanto, ante la imposibilidad de atribuir las subvenciones, lo que hará cada AMPA será «repartilas a partes iguais entre todos os nenos da actividade», con lo que la ayuda perderá su sentido al no beneficiar específicamente a las familias con rentas más bajas.

Estudio de situación laboral

Rogelio Carballo, vicepresidente de Confapa Galicia, dice que pese a la marcha atrás de Igualdade será complicado que las AMPA «puedan beneficiarse de estas ayudas, por su complejidad». Otra de las dificultades de la normativa este año, detalla Carballo, es que a las asociaciones «se nos exige un estudio de las condiciones laborales de cada familia para ver si los padres concilian mejor por la presencia de sus hijos en una actividad, y para ver incluso si esto supone una mejora de su situación laboral».

Confapa reclama que en años sucesivos sea la Xunta la que acometa estas subvenciones con fondos propios, lo que facilitaría los criterios de asignación.

Los padres dicen que las subvenciones perderán su sentido porque habrá que repartirlas por igual

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