Elegir colegio por criterios de calidad mejora el rendimiento en matemáticas

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

M.MORALEJO

Los estudiantes a cuyos padres les preocupa el nivel del centro logran mejores resultados

18 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando unos padres eligen el colegio para sus hijos priorizando el rendimiento académico del centro deben saber que es posible que los niños sean mejores en Matemáticas que la media. Un informe específico de PISA así lo indica, aunque lo que no aclara el estudio -realizado entre miles de familias de once países de la OCDE, y España no está entre ellos- es si la nota del alumno es 43 puntos superior por haber elegido un centro competitivo o porque sus padres vigilan su ritmo de aprendizaje de forma muy directa.

En cualquier caso, vaya una cosa antes que la otra, la conclusión de PISA es que cuando uno decide el colegio de sus hijos la cuestión económica o de proximidad no debe ser prioritaria. Y no tiene que ver con la renta personal, al menos no de forma sustancial. Entre niños del mismo grupo socioeconómico, aquellos cuya familia elige el centro por criterios de calidad tienen 32 puntos más en Matemáticas que quienes los envían a ese colegio sin pensar en el motivo o solo por cercanía.

Lo mejor, analizarlo todo

Porque quienes valoran un criterio como muy importante también ven importantes otros muchos. En la encuesta entregada a los padres cuando se hizo el informe PISA, los expertos introdujeron once motivos: bajo coste, ayuda financiera disponible, rendimiento académico, ambiente dinámico y agradable, reputación del centro, oferta en determinadas materias, asistencia al centro de otros miembros de la familia, proximidad, filosofía religiosa, enfoque pedagógico determinado y seguridad. Los padres tenían que puntuar cada uno desde «nada importante» a «muy importante», y descubrieron un hecho curioso: quienes destacaban uno o más criterios como «muy importante» tendían a considerar el resto «importante»; en cambio, quienes no señalaron ningún motivo como «muy importante» tampoco calificaron «importantes» a muchas razones.

El criterio más valorado por los padres es la reputación del centro. Es decir, un ambiente agradable, respaldo académico, que atienda bien a los niños... lo que se consideran criterios cualitativos y que popularmente se reduciría a «un buen colegio». Y relativo a esto aparece la segunda conclusión: cuando una familia busca un colegio, centrarse en criterios de calidad tiene mejores resultados que hacerlo en asuntos objetivos, como la proximidad. Muchos padres se preocupaban por la seguridad del centro, un dato irrelevante en España pero fundamental en otros lugares.

Los países ricos tienden a igualar los resultados de todos los niños

Otro de los informes de PISA in Focus -que analizan de forma exhaustiva un aspecto concreto del estudio- se hace una pregunta sobre la equidad: ¿Es importante a qué tipo de escuela acude el estudiante? El resultado general es que los países más desarrollados tienden a igualar las puntuaciones de sus alumnos, de tal modo que no hay grandes diferencias entre las mejores y peores puntuaciones. Además, se demuestra que es posible estar en estos grupos homogéneos a la vez que se ocupa la parte alta de la tabla. Ocurre en Corea o Shanghái, pero también en Noruega, Dinamarca o Finlandia.

En España hay un espejismo de equidad, porque las diferencias no se dan entre tipo de escuelas sino entre clases sociales, y sobre todo, entre grupos inmigrantes y naturales del país. Es decir, un niño de clase media que viva en un entorno propio de su situación tendrá el mismo nivel académico independientemente al tipo de centro que vaya, sea público o concertado. El problema es que entre zonas -tanto barrios como incluso ciudades o provincias- ricas y pobres las diferencias pueden ser de hasta 40 puntos en según qué materias.

Para los expertos de PISA, «el grado de la variación en el desempeño del estudiante dentro de una escuela y entre escuelas otorga mayor claridad sobre el éxito del sistema educativo en ofrecer una educación de calidad para todos sus estudiantes». En ese sentido, los países peor situados -con grandes diferencias dentro de las escuelas y entre escuelas- son Argentina, Trinidad y Tobago, Italia, Qatar, Turquía, Bulgaria e Israel.