Alfonso Díez, ¿un millón de herencia y 3.000 euros al mes?

maría piñeiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

JULIO MUÑOZ

La casa de Alba también terminó de pagar la hipoteca de la vivienda de Sanlúcar, que rehabilitó el duque viudo

15 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con discreción, generosidad y eficacia. Así ha resuelto Carlos Fitz-James Stuart la situación del viudo de su madre, que en el año largo que lleva de luto ha mostrado un absoluto respeto por las normas de cortesía y no ha dicho nada sobre la familia de su fallecida mujer. Según ha trascendido esta semana, y en parte confirmado por el propio duque de Alba, Alfonso Díez cobrará una pensión de 3.000 euros netos mensuales y un millón de euros en metálico, además de haber recibido ayuda para terminar de pagar la casa que se compró y rehabilitó en Sanlúcar de Barrameda, todavía en vida de Cayetana de Alba -de hecho ella se empeñó en que fuese allí, pues Díez prefería Zahara de los Atunes-.

Al parecer, la cuantía de la pensión la había estipulado -o al menos de forma orientativa- la propia duquesa, que quería que Alfonso tuviese una viudedad confortable, especialmente después de haberle exigido la renuncia a cualquier honor o ganancia por su boda, en octubre del 2011. En cuanto al millón en efectivo, su pago no está confirmado, pero distintos medios, como Vanitatis.com, así lo apuntan.

Según lo trascendido, a Díez le correspondía el 25 % del tercio de mejora de la herencia de su mujer. Esto se debe a que en España -en Galicia ya no- sigue rigiendo el reparto en tres partes de la herencia -legítima, mejora y libre disposición- y como viudo de Cayetana de Alba y tras la renuncia de la libre disposición, tenía un usufructo. El porcentaje que supone se calcula restando su edad a 89 años, y en este caso son 25. Según los cálculos, de la herencia no repartida de Cayetana Fitz-James Stuart el 25 % que va para su familia es un millón de euros, y al parecer Díez lo aceptó en metálico para no encontrarse con la disyuntiva de vender objetos de valor para los Alba pero que para él no tenían el mismo significado.