Carmen Lucas, oficial de salud de Unicef en Bolivia, asegura que el acceso a la salud en las comunidades alejadas sigue siendo un reto para ellos en este país
03 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Como cada año, Unicef celebra la aprobación, en 1989, de la Convención de los Derechos del Niño, el auténtico manual de trabajo de esta entidad que, desde la ONU, intenta mejorar las condiciones de vida y salud de menores y madres en todo el mundo. En Bolivia Unicef está presente desde 1950, pero ha sido en las últimas décadas cuando se ha notado una mejora importante en la consecución de sus objetivos. Carmen Lucas trabaja para conseguirlos.
-Bolivia parece ser el ejemplo de un país que en los últimos años ha dado un pequeño salto positivo. ¿Unicef lo ve así?
-En nutrición sí se han dado avances importantes, especialmente entre niños menores de cinco años. La política de abordaje intersectorial ha sido fundamental en la implementación de las acciones y por tanto en la reducción de la desnutrición. En cuanto a la salud materno-infantil, si bien se ha llegado al área urbana, el acceso a la salud en las comunidades alejadas todavía tiene dificultada. Son retos para nosotros.
-Parece que uno de los grandes asuntos es mejorar la salud perinatal, de madres y bebés.
-Los objetivos para este acápite son reducir la mortalidad materna, la neonatal, la infantil y la mortalidad en menores de cinco años, así como insistir y profundizar en mejorar las coberturas de lactancia materna exclusiva, que sigue siendo una estrategia importante en el país para la salud de los niños. También es prioritario para nosotros la entrega de micronutrientes, vacunación y atención de enfermedades prevalentes en las poblaciones que tienen mal acceso.
-¿El Gobierno boliviano les ayuda o simplemente les permite actuar?
-Unicef tiene una importante alianza con el Gobierno, en este caso con el Ministerio de Salud en sus diferentes niveles de gestión de atención. Unicef para el Gobierno es un principal aliado, así como el Gobierno lo es para nosotros. Ese trabajo coordinado permite que las iniciativas que Unicef pueda plantear a través de experiencias locales sean incorporadas por el ministerio para hacer las políticas.
-¿Y la sociedad civil? ¿Ve su presencia como una intromisión?
-Tenemos una importante experiencia de trabajo con comunidades y autoridades locales, comunitarias e indígenas y también con autoridades locales o, en el caso del VIH, con asociaciones de enfermos. Todos nos consideran aliados para impulsar políticas de salud a nivel local, no nos ven como una instancia foránea que pueda llevar mensajes foráneos a la cultura, más bien a Unicef lo ven como una institución que apoya y desarrolla procesos que fortalecen lo cultural, que respetan lo intercultural y que fortalecen la identidad de los pueblos.
-¿Cómo se pueden vencer algunas tradiciones para conseguir el desarrollo de la infancia?
-Después de un análisis, vemos que muchas de estas tradiciones pueden ser protectoras para la salud. El diálogo y la información precisa sobre los puntos ha permitido que algunas de las tradiciones pueden ser abordadas de otra manera, pero eso necesariamente implica un diálogo sencillo, con ejemplos cotidianos que permitan visualizar los aspectos positivos y negativos de las prácticas que pueda haber a nivel comunitario. Sin embargo, algunas prácticas se mantienen pese al esfuerzo que se hace para entregar información. Por ejemplo, el hecho de dar calditos a los niños, piensan que el caldito es mejor porque concentra la sustancia. Entonces hay que explicar porque es importante la parte sólida del alimento y no el caldito.
-¿Piensan que una mejora de la salud de madres e hijos conlleva (automáticamente) un descenso de la natalidad?
-Se ha visto en muchas de las comunidades que llegan a tener muchos hijos, ocho o nueve, porque piensan implícitamente que tres o cuatro se van a morir. Si ven que sus hijos no se mueren es posible que las familias decidan tener menos hijos. Si sus hijos sobreviven, no necesitan tener más embarazos.
-¿Cuál es el papel de los padres (varones) en el cuidado infantil?
-El rol de los padres en el cuidado de la salud de los niños es todavía incipiente, si bien ha habido avances, porque se ha trabajado el enfoque de género en el cuidado de los niños. La incorporación del padre es muy débil, se da en casos muy difíciles, porque normalmente es el rol de la madre.