Cómo evitar (algunos) impuestos

Jorge Casanova
Jorge Casanova REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La tasa del 20 % que establece Hacienda es ineludible, pero otras pueden salvarse con unas acciones sencillas

06 ene 2016 . Actualizado a las 13:23 h.

Si no le ha tocado la lotería, es mejor que pase de esta página. Los siguientes consejos no son para usted que hoy, igual que muchos otros millones de españoles, está valorando especialmente su salud y, tal vez, el amor. Si por contra ha pillado un buen pellizco, le conviene tener en cuenta un par de cosas para no perder antes de tiempo el dinero que le ha llovido del cielo.

Lo primero, y en eso coinciden todos los profesionales que se dedican a sacarle punta al dinero, es que vaya usted a un notario en el caso de que tenga previsto compartir con alguien el premio. Si piensa repartir, por ejemplo, con sus hijos, deben ir todos y comunicarle al notario el importe del premio y el porcentaje del que participa cada uno. ¿Por qué? Pues porque es la forma de eludir el impuesto de donaciones. De no hacerlo, el departamento que todavía dirige Montoro, pero que mantendrá su voracidad lo ocupe quien lo ocupe, aún podrá darle un buen mordisco a su premio en función de la cantidad que decida donar. Y sepa que los impuestos los paga el que dona, no el que recibe. Seguro que ya empieza a ver la idoneidad de visitar al notario. Si no va a compartir el premio, se puede saltar todo este trámite.

Lo segundo es ingresar el billete premiado en el banco, que se encargará de cobrarlo y ofrecerle un certificado que le vendrá muy bien cuando las huestes de Hacienda se interesen por su repentina mejora económica. Es preciso también, si se reparte el premio, que el banco lo sepa, quién participa y en qué medida. De este modo, a efectos fiscales, queda cubierto. Al fin y al cabo, cuando ingrese el premio, la mordida de Hacienda, el inevitable 20 %, ya viene descontada.

A partir de aquí, las alternativas para manejar el premio son diversas. El primer argumento de gasto suele ser la hipoteca. Pues también conviene tener en cuenta las condiciones, porque amortizarla toda de golpe puede ser poco inteligente. En función de cómo sea esa hipoteca, puede que lo más conveniente sea amortizar una cantidad determinada cada año, acompasada con su declaración de la renta, de manera que pueda sacar el máximo provecho a sus desgravaciones. Si amortiza todo de una vez, perderá la oportunidad de desgravar en los siguientes ejercicios. Claro que si la hipoteca que firmó tiene grandes intereses, tal vez sí le convenga cancelarla cuanto antes. Por eso es también una buena idea apoyarse en un asesor fiscal que ajuste la cuenta al máximo.

Y sobre dónde meter el dinero puede que le tiente la renta variable, pero no olvide que los riesgos sigen siendo notables. Un fondo de inversión puede ser la solución más adecuada si no tiene mucha experiencia. Las rentabilidades, según la cantidad, pueden oscilar entre un 3 y un 6 %. Si invierte los 320.000 que le reportaría un décimo premiado con el gordo y consigue un 5 %, puede sacar unos 12.800 euros anuales, descontados los impuestos. No le da para dejar de trabajar, pero seguro que sí para plantearse una vida más cómoda.

Según como ande su situación financiera puede también girar la vista hacia el denostado mundo del ladrillo que, según los expertos, se encuentra en el momento óptimo para volver a invertir. Y, recuerde, no hay cantidad que resista si se cae por el tobogán del lujo y se dedica a gastar compulsivamente lo poco o lo mucho que le haya tocado en el sorteo.

Algunas ideas para no arruinarse antes de tiempo

En primer lugar, asesórese con un buen profesional. Solo con eso estará dándole mucha más vida al dinero que ha ganado. Recuerde que hay numerosos estudios que establecen que alrededor de un 70 % de los que ganan un gran premio en la lotería, tardan menos de un lustro en quedarse sin él.

Lo inteligente, declaran los expertos, es que el dinero trabaje por nosotros aunque un décimo de lotería no nos permitirá grandes alharacas. En cualquier caso, recuerde que es mejor diversificar las inversiones que hacer una apuesta única. Al fin y al cabo, el Fondo de Garantías cubre los primeros 100.000 euros invertidos. Si todo está en el mismo sitio y se produce una catástrofe, la posible recuperación será menor que si está repartido.

Un «error» común entre los premiados es dedicar gran parte del premio a bienes que se devalúan de forma inmediata, como coches de alta gama. Busque inversiones que se revaloricen y tal vez pueda entrar en la minoría de afortunados a los que el premio hizo ricos para siempre.