El feminismo se vuelve necesario

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La pretendida eliminación del agravante penal de género, el estreno de «Sufragistas» y un libro que tendrán gratis los jóvenes suecos ponen en la agenda la lucha de la mujer

12 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La propuesta electoral de Ciudadanos para que se elimine el agravante penal de género suscitó el rechazo general de los demás partidos, pero ha puesto sobre la mesa un hecho: hay un «espejismo de igualdad» entre mujeres y hombres que da aire a lo que se denomina nuevo machismo o post-machismo. Lo forman quienes creen que la igualdad entre géneros es un hecho y que por tanto no se necesita discriminación positiva.

Frente a esto, los colectivos feministas tienen claro que hay que intervenir, porque el post-machismo se extiende como algo natural e incontestable. Lo primero, la educación. El Lobby Sueco de las Mujeres ha tomado la iniciativa: todos los jóvenes -chicos y chicas- de 16 años recibirán en su casa el ensayo Todos deberíamos ser feministas, de la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. En 72 páginas, la escritora explica lo lejos que se está en igualdad en África, pero también en Occidente, y recuerda que un periodista cultural le aconsejó que no se definiese a sí misma como feminista porque «las feministas son mujeres infelices porque no pueden encontrar un marido». Por eso, Adichie recorre el mundo -física y virtualmente, a través de las charlas TED- explicando que cuando una chica crece -«que es lo peor que podemos hacer las chicas»- debe conformarse con lo que le dan, idea que hasta recogió Beyoncé para una de sus canciones y sobre la que habló Michelle Obama en la cumbre WISE de Educación celebrada en Doha.

Un fenómeno cinematográfico

En este contexto, se entiende que la película Sufragistas, con Meryl Streep, Carey Mulligan, Helena Bonham Carter y Anne-Marie Duff entre otros, se haya convertido en un verdadero hito en Gran Bretaña. La película, que se estrenará el próximo viernes en España, cuenta la historia de Maud, una mujer de principios de siglo, trabajadora, que ve cómo su esposo, aun queriéndola, la trata como a un ser inferior. Eso le abre los ojos a la lucha de las sufragistas, que pedían el voto para las mujeres; una lucha que pasó de protestas pacíficas a daños a la propiedad y llevó a la cárcel en ocasiones a mil mujeres a la vez. Las sufragistas consiguieron el voto para las mujeres (mayores de 30) en Gran Bretaña en 1918.

El peso del sufragismo en Gran Bretaña es enorme, tanto que hasta el próximo mayo, en la National Portrait Gallery hay una muestra sobre el sufragismo en 1914, cuando Sylvia Pankhurst y sus seguidoras atacaron la Gallery y otros museos. Sin embargo, hasta ahora nunca se habían convertido en heroínas de película, jamás habían pasado de las páginas de investigaciones o escritos reservados a una minoría. La cinta, junto a lo que dicen actrices como Emma Watson, Sienna Miller o Jennifer Lawrence promete volver a poner de moda el feminismo.

«Todavía falta una épica de la batalla por la igualdad»

El próximo miércoles, Eva Palomo (Glasgow, 1963), estará en A Coruña -en la librería Berbiriana, a las 19 horas- para presentar su libro Sylvia Pankhurst, feminista y socialista, dentro del programa de actividades del Centro de Estudios de Xénero e Feminismo de la Universidade da Coruña.

-Es experta en el movimiento sufragista. ¿Cómo consiguieron el voto estas mujeres?

-Estuvieron muchísimo tiempo intentándolo, desde mediados del siglo XIX pero solo lo consiguieron cuando apostaron por una presencia en la calle. Salían en la prensa todos los días, que hablaba mal de ellas, pero hablaba. De hecho, no se hablaba de otra cosa.

-En cambio, hasta ahora no ha habido una gran película de todo ese proceso...

-Sí, es cierto. Igual que hay una épica del movimiento obrero, la verdad es todavía falta una de la batalla de las mujeres por la igualdad. La lucha feminista peca de academicismo, el debate teórico ha tenido mucho nivel, pero no se ha hecho visible en la calle. Ahora, por ejemplo, con las actrices hablando de eso sí se consigue esa visibilidad.

-Si las mujeres de principios del siglo XX se unieron para dar el gran salto, ¿cree que es la falta de unión lo que impide que ahora la igualdad sea real y no solo teórica o legal?

-En parte sí, porque el feminismo está muy dividido. Pero también es cierto que cuando aparece una amenaza externa, el riesgo real de retroceder, todos los grupos se vuelven a unir, y se ve la enorme potencia que tiene.

-¿Faltan hombres en el movimiento feminista?

-Hemos mejorado mucho. Recuerdo que cuando daba mis primeras charlas nunca venían hombres, y ahora sí es más común, y en las manifestaciones, también. El problema es que se ha sabido transmitir el miedo de que el feminismo es lo contrario exactamente del machismo y no es así. Desde las sufragistas se ha repetido la consigna: si las mujeres llegan al poder los hombres serán sus esclavos. Pero, ¿por qué va a haber opresores y oprimidos? Solo pedimos igualdad.

-¿Existe el post-machismo?

-Sí, el patriarcado es muy poderoso, tremendamente difícil de eliminar. Ahora toma diferentes formas, es más sutil y amable, pero igual de peligroso.