Pontevedra se codea en París con las ciudades más sostenibles del planeta

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

SOCIEDAD

ETIENNE LAURENT | Efe

Acuerda con otras 400 urbes ir más lejos que los Estados en la reducción de CO2

05 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pontevedra se convirtió ayer en la única ciudad gallega presente en la cumbre por el clima que se celebra en París. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, firmó en el Hotel de Ville, sede municipal parisina, la adhesión de Pontevedra a la «alianza de ciudades contra el cambio climático» junto con cerca de 400 regidores locales de todo el mundo, que se comprometieron a ir más lejos que el acuerdo que alcancen los propios Estados en la reducción de los gases de efecto invernadero. La ciudad del Lérez ratificaba así su compromiso en este ámbito. En realidad, ya aplica desde hace quince años medidas de peatonalización y calmado del tráfico que han llevado a reducir en un 67 % la circulación de vehículos a motor en el centro y, por tanto, la emisión de gases a la atmósfera. Ese es uno de los logros por los que Pontevedra ha sido premiada este año en Dubái, en Nueva York y en Hong Kong, y la asistencia a la cita de París ha supuesto el colofón a su año más internacional.

Lores mantuvo ayer una apretada agenda en París. El alcalde inició la jornada en un plató de Google TV instalado en el mismo Hotel de Ville, donde apostó por políticas que contribuyan a hacer del planeta un lugar más sostenible. «Hai moitas medidas que tomar, pero polo momento a maioría das cidades non o están a facer -explicó-. É preciso liderar procesos políticos claros cara ao aforro enerxético relacionado coa mobilidade, con decisións significativas sobre o abuso do automóbil nas cidades». Allí defendió el modelo implantado en Pontevedra, donde la ciudad se concibe «como un espazo de convivencia onde as persoas gañan espazos aos coches».

Del plató de televisión pasó a la cumbre del clima para líderes locales, donde firmó la carta de adhesión a la alianza de ciudades. Este pacto se compromete a medir con rigor los datos más significativos de la calidad de su aire para contrastar su evolución futura. Pontevedra ya colabora con la Universidade de Vigo en un plan piloto de sensores repartidos por la ciudad que proporcionan datos en tiempo real. Ahora estos datos serán enviados regularmente a la plataforma que controlará las emisiones de las ciudades que firmaron la adhesión. Además de Pontevedra, hay otras cien ciudades europeas, 37 africanas, 13 de este asiático, 62 de América latina, 132 de Norteamérica, 39 de Oceanía y 9 del sudeste asiático. Pontevedra constituye una gota en este océano de ciudades. Pero es la única gota gallega.

Madrid: los malos humos se extienden al extrarradio

Ecologistas en Acción advirtió ayer que los límites de contaminación no se están superando solo en Madrid capital, sino que se están extendiendo a otras ciudades como Alcalá de Henares, Alcobendas, Colmenar Viejo, Coslada, Getafe, Leganés y Móstoles, llegando incluso a Guadalajara. Por eso, la oenegé pide que todas las áreas urbanas adopten medidas contra el tráfico.

Nueva Delhi limitará el uso de los coches particulares

Las autoridades de Nueva Delhi anunciaron ayer que a partir del próximo 1 de enero los vehículos particulares tendrán restringido su uso a días alternativos, en función de su matrícula par e impar, para reducir la polución en la capital más contaminada del mundo. Esta medida tiene especial valor en un momento en el que India se está erigiendo como uno de los países que presenta más obstáculos para un acuerdo en la cumbre del clima.

Redford y DiCaprio también urgen un compromiso

Estrellas de cine como Leonardo DiCaprio y Robert Redford y numerosas oenegés acentuaron ayer la presión a favor de un acuerdo sobre el clima en las negociaciones de París, amenazado por divergencias entre países ricos y pobres. El propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó desde Nueva York a los países industrializados, principales causantes históricos de las emisiones de gases de efecto invernadero a mantener sus compromisos de apoyo financiero a los países pobres.