Federico Santiago Dueñas es coordinador de la sección de ciencia de la OTAN, que trabaja en prevenir ciberataques o en formar a médicos
16 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La investigación militar beneficia a la sociedad, al igual que las organizaciones de defensa se nutren de los avances de la I+D civil. Es una colaboración necesaria por la que apostó en una charla ofrecida en A Coruña Federico Santiago Dueñas, jefe de la oficina de Coordinación de Modelado y Simulación de la Organización de Ciencia y Tecnología (STO), un organismo creado por la OTAN para satisfacer sus necesidades y la de sus países asociados en investigación.
-¿Qué es la Organización de Ciencia y Tecnología de la OTAN y cuál es su función?
-Como su nombre indica es una organización que se dedica al ámbito de la ciencia y tecnología. El enfoque que pretendemos aplicar es colaborativo, que las naciones no hagan de forma individual este esfuerzo, sino que se apoyen en otros países de la OTAN y desarrollen el trabajo de investigación de forma que los costes se repartan y que de los resultados obtenidos se beneficien todos los países.
-Desarrollan una importante actividad, con 250 programas activos al año. ¿De qué tipo son?
- Son muy variados. Van desde trabajos técnicos, ciclos de conferencias y los propios grupos de investigación. Mi equipo se encarga de la gestión y administración de la actividad, proporcionar apoyo a los diferentes grupos de trabajo para que puedan llevar a cabo sus investigaciones.
-Hacen investigación para la defensa. ¿También se beneficia de ella el mundo civil?
-Ese es el quid. Nosotros no hacemos investigación para el mundo civil, sino para la OTAN, pero lo que sí se busca en la medida de lo posible es que el mundo civil también se beneficie de ello, por supuesto. Aunque suene extraño, los trabajos de investigación no son siempre tan militares y muchas veces llegan del ámbito civil. Tenemos programas orientados al desarrollo de nuevas plataformas, nuevos aviones de combate, nuevas armas con menores daños colaterales..., pero también los hay centrados en medicina, como simuladores para capacitar lo mejor posible a un médico en combate. También se investiga en la prevención de ciberataques a cualquier soporte civil, industrial o gubernamental o en el desarrollo de modelos matemáticos para la toma de decisiones sobre algo tan aparentemente sencillo como decidir si un barco debe ser retirado o rehabilitado.
-Puede decirse, entonces, que su trabajo repercute de forma directa en la sociedad.
-Por supuesto que muchas de las actividades de investigación que hacemos tienen repercusión en el mundo civil.
-Se ha referido a los simuladores que desarrollan para capacitar a médicos. ¿Qué son?
-Lo que se busca, en cierta medida, es poder recrear situaciones de combate mediante simulaciones en las que se pueda adiestrar al médico en el tratamiento de una baja en una zona de operaciones. Tiene una clara aplicación que puede ser trasladable al mundo civil. Por ejemplo, a todos los traumatismos de tráfico, porque el entrenamiento puede ser el mismo.
-¿La influencia también es inversa, del mundo civil al militar?
-Sí, porque muchas veces es el mundo civil el que va más avanzado que nosotros y el beneficiario de estos avances es el mundo militar. En temas de cíberdefensa, por ejemplo, los sistemas de firewall o de protección perimetral están más desarrollados a nivel comercial y nosotros ya no tenemos que hacer ese esfuerzo.
-Se ha quejado de que su institución es poco conocida, por lo que se pierden oportunidades.
-En España no se conoce mucho, por lo que no se está beneficiando mucho de los programas, en los que también pueden participar las empresas y los investigadores públicos.