Al respecto, destacó la importancia de la escolarización de los niños gitanos para que puedan garantizarse un futuro. «Vuestros hijos tienen derecho a ir al colegio, no se lo impidáis», exclamó el papa, quien les reiteró que deben luchar por garantizarse este derecho.
La nota emotiva la puso cantaora de flamenco María José Santiago Medina, que junto con la guitarra de Francisco López Cepero se exhibieron ante el papa Francisco. La cantaora nacida en Jerez de la Frontera entonó primero «La canción sobre Ceferino» junto con un grupo de trece personas y la guitarra de Cepero y, tras abrazar al papa, le pidió poder cantar otra canción, «Carita divina», que no estaba prevista. También hubo un baile típico de algunos pueblos nómadas que viven en Italia, se rezó un «Padre nuestro» en lengua romaní y hubo testimonios de varias personas sobre la, a veces, dura vida de tantos gitanos.