Apoyo para empezar una vida sociolaboral propia

Redacción LA VOZ

SOCIEDAD

Down Galicia forma y acompaña a trabajadores con alguna discapacidad intelectual. Este año ya firmó 137 contratos

15 oct 2015 . Actualizado a las 07:16 h.

Uno de los mayores problemas que tienen las personas con alguna discapacidad intelectual para estar plenamente integradas en la sociedad en condiciones de igualdad con el resto es la falta de trabajo. Si el paro es un problema gravísimo en todos los grupos demográficos, entre quienes sufren algún problema es mucho mayor.

Por eso nació Emprego con Apoio, un programa de Down Galicia que forma y acompaña a personas con síndrome de Down o una discapacidad intelectual para que puedan encontrar empleo y mantenerse en él, un proyecto que cuenta con la colaboración de Obra Social La Caixa.

Delmiro Prieto, presidente de la entidad, explica que en principio cualquier persona con una discapacidad intelectual puede entrar en el programa, y aunque asume que hay gente que tiene muy difícil encontrar empleo, son una minoría. Por ejemplo, este año hay unos 185 usuarios del sistema, de los que 100 ya tienen un contrato y 37 son trabajadores en prácticas. Y así desde el 2002, cuando pusieron en marcha este proyecto.

Son muchas cosas las que han aprendido en el camino. «Como todo, lo peor es empezar. Una vez que las empresas empiezan a conocer lo que hacemos, son ellas las que nos buscan», recalca Delmiro Prieto. El motivo es que «a una persona con Down le das una tarea y ya te puedes olvidar de ella. En puntualidad, constancia y entrega nos dan mil vueltas. Y cambian el ambiente de trabajo». Y pone un ejemplo: «Tuvimos un caso en que nuestro trabajador hacía de puente entre sus compañeros y el empresario», porque demostraba que su única preocupación era el bienestar general y todos confiaban en él.

La inclusión laboral hace que todos ganen, no solo el trabajador -que amplía su círculo social, se hace independiente económicamente y se siente útil, entre otras cosas- sino incluso el Estado. «Dejan de ser beneficiarios de las prestaciones [a las que pueden volver si se quedan desempleados] para ser cotizantes, y eso parece que nuestros políticos se olvidan de lo que supone», explica Prieto.