Madeleine Stuart, la joven con síndrome de Down, revoluciona la Semana de la Moda de Nueva York

AFP NUEVA YORK

SOCIEDAD

Chance Yeh | Afp

La modelo australiana cumplía uno de sus sueños al desfilar en la Fashion Week y conseguir una gran ovación del público

16 sep 2015 . Actualizado a las 01:35 h.

A menudo criticada por su visión idealizada de la mujer, expresada en modelos ultradelgadas, la moda se abre un poco a las diferencias: Madeline, una joven con síndrome de Down, desfilaba este domingo en Nueva York revolucionando las pasarelas de la ciudad de los rascacielos.

La modelo australiana Madeleine Stuart cumplía el domingo uno de sus sueños al desfilar en la Fashion Week de Nueva York consiguiendo una gran ovación de los presentes. La pelirroja Stuart, de 1,5 metros de estatura, realizó dos pases en el desfile de la marca italiana FTL Moda en la Grand Central Station de Nueva York, al finalizar el evento posó con el resto de sus compañeras. Según la madre -y también mánager- de la joven, Rosanne Stuart, su participación en la pasarela tuvo una gran acogida entre los asistentes.

Madeleine Stuart descubrió su pasión por la moda hace un año y se propuso ser modelo. Comenzó a practicar y en unos pocos meses perdió casi 20 kilos. Este año también participará en eventos en Suecia y Rusia.

«Hoy ya nada se esconde»

El destino de Madeline cambió un día del mes de mayo pasado, cuando decidió colgar en internet varias imágenes en las que posaba como una modelo. Rápidamente obtuvo 20.000 abonados en Facebook, que hoy suman casi medio millón. Las marcas pusieron así sus ojos en ella: la joven empresa estadounidense EverMaya bautizó con su nombre un bolso y lo recaudado con su venta es donado a la asociación nacional de síndrome de Down. También se convirtió en la embajadora de una pequeña marca californiana de cosméticos, Glossigirl.

Rosanna recuerda el camino recorrido desde el nacimiento de Madeline, a menudo dejada de lado cuando era niña. «La gente es mucho más abierta actualmente», sostiene. «Las redes sociales abrieron todo. Hoy ya nada se esconde», asegura una madre que confía en que el ejemplo de Madeline logre convencer a los padres que sus hijos con síndrome de Down pueden llevar una existencia feliz.