Expertos en arqueología aérea ayudan a reconstruir Nepal tras el terremoto

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

PRAKASH SINGH

Santiago muestra los proyectos más avanzados, que usan imágenes por satélite

10 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La arqueología aérea es aquella que utiliza herramientas y tecnologías no destructivas. En el año 1983 se fundó en el Reino Unido la Aerial Archaelogy Research Group y por primera vez su reunión anual se celebró en España. En concreto en Santiago, en donde 75 investigadores presentaron los proyectos más destacados que se están llevando a cabo en esta ciencia, en la que las nuevas tecnologías juegan una herramienta clave.

Uno de ellos, explicaba César Parcero, científico del CSIC y responsable de esta reunión que organiza el Consejo Superior a través del Instituto de Ciencias del Patrimonio, va más allá de la arqueología y tiene un objetivo humanitario y civil. Arqueólogos ingleses están trabajando con fotografías aéreas para ayudar a reconstruir Nepal tras el terremoto del pasado mes de abril. Estudian carreteras, edificios, todo con el objetivo «de construir un mapa de los daños que se produjeron», explica Parcero. El seísmo destruyó patrimonio cultural único, como el valle de Katmandú, declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

En el encuentro se presentaron las líneas generales de este trabajo en el que colaboran de forma voluntaria interpretando imágenes aéreas de carreteras, edificios, comunidades y asentamientos temporales, «e identificando ubicaciones potenciales para que puedan aterrizar helicópteros», describe el proyecto. Parcero recuerda que los arqueólogos «tenemos un especial entrenamiento para entender fotografías aéreas, que tampoco es algo tan sencillo». De esta forma pueden precisar cuántos kilómetros de vías de comunicación es preciso reconstruir o en qué zonas el proceso de destrucción fue mayor o menor.

Las nuevas tecnologías aplicadas a la arqueología aérea permiten también documentar aquellos lugares o entornos arqueológicos que por un conflicto o guerra están en peligro, como sucede con las ruinas de Palmira arrasadas por el ISIS. Otro de los proyectos que se presentó en la reunión anual utiliza fotografías aéreas y a través de satélites para sacar imágenes de estas zonas. «Esto permite comparar las fotografías aéreas actuales con las antiguas. No se trata tanto de salvaguardar como de conocer qué es lo que está pasando, y en el caso de que hayan desaparecido, a través de las fotografías antiguas puede determinarse cómo eran», explica César Parcero.

La arqueología aérea utiliza imágenes obtenidas desde un avión, un satélite o un dron. También emplea otro tipo de tecnologías, como la denominada Lidar, un sistema que permite «ver cosas que no puedes apreciar sobre el terreno». Se trata de un escáner tridimensional que sobre un avión emite un rayo láser. En función de la resistencia que encuentra al llegar a la superficie puede distinguir si choca con un árbol, una planta, un edificio o el terreno, «de esta manera -relata Parcero- puede eliminarse la masa forestal para ver solo lo que está debajo. Cada vez que aparece en un medio de comunicación que se descubre una ciudad perdida en la selva, se usa esa tecnología», concluye.

Origen militar y en el espionaje

En España la arqueología aérea no tiene una tradición muy larga, y son las nuevas generaciones las que han empezado a interesarse por estas tecnologías. De hecho, en la jornada de ayer del encuentro -que abrió Felipe Criado, presidente de la Asociación Europea de Arqueología- se presentaron los proyectos más destacados de los investigadores españoles, «gente joven, que recientemente se ha doctorado y está realizando sus tesis», explican desde la organización del congreso. Pese a la escasa tradición que hay en España, la arqueología aérea comenzó a principios del siglo XX, coincidiendo también con el inicio de la fotografía aérea, casi siempre con objetivos militares y de espionaje.