España ya controla a 1.330 metros las riquezas de «La Mercedes»

nacho blanco REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Antonio Gil | Efe

Un robot recuperó del pecio 12 objetos tras el expolio del «Odyssey»

27 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer el puerto de Cartagena asistió a un despliegue mediático sin precedentes para recibir los tesoros recuperados de la fragata Nuestra Señora de la Mercedes, hundida por los británicos en 1804 cerca de Cádiz, y que España ha conseguido custodiar tras una dura pugna judicial con la empresa de cazatesoros Odyssey. El ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, hizo las veces de maestro de ceremonia para izar del buque Ángeles Alvariño el resultado de la primera expedición que organiza el Gobierno junto a la Armada y al Instituto Español de Oceanografía. En total 12 objetos, algunos de ellos de incalculable valor arqueológico, como un cañón de bronce de 80 centímetros de longitud que lanzaba en su época proyectiles de piedra desde La Mercedes.

Entre los objetivos de esta primera expedición estaba realizar un mapa oceanográfico para delimitar el pecio, analizar las corrientes existentes, el grado de salinidad del agua y las posibles alteraciones biológicas de los objetos sumergidos. Así, los científicos consideraron que era urgente rescatar varias piezas que corrían grave peligro de conservación bajo las aguas, considerando que, de permanecer bajo el océano, podrían desaparecer.

En la elaboración de este mapa arqueológico tuvo mucho que decir el robot Liropu, un complejo aparato gobernado por operación remota que descendió nada menos que a 1.330 metros de profundidad, la primera vez que los servicios arqueológicos submarinos de un país de la Unión Europea consiguen operar a una cota tan baja. La operación también tuvo como objetivo delimitar de una vez por todas el área arqueológica de la fragata, que fue expoliada y dañada por el Odyssey con palas de acero que removieron el fondo marino sin mediar seguridad alguna para el pecio y sus riquezas. Al Odyssey le interesaban solo aquellos tesoros que tuvieran cotización rápida en el mercado, de ahí que desechara objetos como los presentados ayer. En el 2012 un tribunal norteamericano le dio la razón a Madrid y ahora la explotación del pecio lo gestiona directamente el ministerio de Cultura.

El Ángeles Alvariño, buque científico de la Armada con base habitual en el puerto de Vigo, descargó en los muelles cartageneros, además del cañón pedrero, once piezas significativas. Entre ellas, una maja de almirez de oro, una palmatoria de plata, tres cucharas y tres platos, y un tenedor de plata. Elementos de gran importancia para conocer la vida cotidiana de los tripulantes de la nave antes de abatirla una escuadra inglesa. En contrapartida por extirpar del fondo del mar un tesoro, los arqueólogos hundieron una placa que conmemora el final de La Mercedes.

Habrá una segunda expedición, según Méndez de Vigo. Pero primero, los servicios de restauración deberán recuperar y estudiar los hallazgos, que se expondrán, junto al resto del tesoro devuelto por Odyssey, en el Museo Nacional de Arqueología Subacúatica de Cartagena.