El caso del niño de Olot que falleció tras contraer difteria porque sus padres no quisieron vacunarlo ha puesto en alerta a la comunidad sanitaria
18 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Sugerir a una familia que no inmunice a sus hijos puede ser mala praxis, y algunos médicos están dispuestos a sancionar a los facultativos que las desaconsejen. Al menos, cuando se rechacen vacunas básicas que protegen de enfermedades muy graves, como la mayoría de las incluidas en los calendarios oficiales. El caso del niño de Olot que falleció tras contraer difteria porque sus padres no quisieron vacunarlo ha puesto en alerta a la comunidad sanitaria. El presidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, aseguró que propondrá sanciones e incluso la suspensión del ejercicio de los facultativos que desaconsejen las vacunas. «Es inadmisible y contraviene el código deontológico», afirmó. Su vicepresidente segundo, Jaume Sellarés, aclaró que actuarán en caso de que llegue alguna denuncia. «Ya ha habido sanciones a médicos por casos así (...). Las vacunas son un arma terapéutica de primer orden, han salvado muchas vidas y no recomendarlas cuando está indicado es actuar de forma incorrecta y está penalizado», recalcó Sellarés.
El secretario general de la Organización Médica Colegial, Juan Manuel Garrote, rechazó la propuesta. Recordó que no todas las vacunas son iguales. «Generalizar no está bien y no debemos anatemizar a alguien por asegurar que determinada vacuna no es recomendable», afirmó. «Nuestra obligación es analizar cada caso», añadió.
«La eficacia no debe ser una puerta para que entren todas las vacunas del mundo en el calendario», alertó Garrote. «En España no necesitamos inmunizar a los niños para el rotavirus porque solo provoca unas diarreas», explicó. Tampoco tendría sentido inocular a los españoles contra el virus del ébola, un patógeno endémico de África central y oriental. «No hay que olvidar que los medicamentos tienen efectos secundarios», concluyó.