«Hacemos trasplante de coral»

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El biólogo gallego Pedro Torres está en Seychelles regenerando arrecifes destruidos por «El Niño» y el tsunami

13 ago 2015 . Actualizado a las 07:24 h.

En 1998 el fenómeno de El Niño subió tanto la temperatura del agua que acabó destruyendo el 97 % del coral que habitaba en el entorno del archipiélago granítico de las Seychelles. Seis años más tarde, el tsunami que arrasó las costas del océano Índico acabó con lo poco que quedaba. Hasta allí ha viajado el biólogo

y técnico ambiental de A Coruña, Pedro Torres, para trabajar en su recuperación. Como responsable de comunicación del mayor proyecto de regeneración de coral del mundo, coordinado por la catalana Sarah Frías-Torres, dice que la vida allí es tranquila: «En un nada conoces a todo el mundo». Hace un par de semanas, la delegada especial para los océanos de Estados Unidos, la doctora Jane Lubchenco, pudo ver junto con la embajadora norteamericana en el archipiélago lo que estaban haciendo en la zona. No dudaron en felicitarles.

-¿Cómo han afectado El Niño y el tsunami a los fondos marinos?

-El Niño subió la temperatura de las aguas durante mucho tiempo e hizo que los corales se blanquearan al perder sus algas en simbiosis (zooxantelas), y se murieran. En las islas graníticas de Seychelles, donde está asentada casi la totalidad de la población del país, este suceso representó la muerte del 97 % de ellos. Los esqueletos de coral todavía estaban en pie. Frenaban la energía de las olas y protegían las costas. Pero en el 2004, el tsunami formó un tren de nueve olas que golpeó con tanta fuerza los esqueletos, que estos no aguantaron y terminaron por romperse. El tsunami destruyó lo poco que quedaba. Estos fenómenos derivaron en un gran problema medioambiental, pero también económico y geopolítico, porque esas bastas superficies que antes tenían tanta vida se convirtieron en un paisaje lunar carente de ella y, como ecosistemas, no pueden proveer los servicios que los habitantes de Seychelles requieren, ni proteger debidamente el territorio costero.

-¿Cómo es la técnica que usan para plantar el coral?

-Se llama coral gardening y tiene dos fases. Durante la primera utilizamos porciones de colonias de coral donante y corales de oportunidad procedentes de fragmentaciones naturales o causadas por el ser humano. Estas se trocean hasta obtener porciones pequeñas del tamaño de un dedo pulgar y las colocamos en viveros flotantes bajo el mar. En la segunda fase, después de que estos fragmentos han crecido durante un año o un año y medio en el vivero hasta tener el tamaño de un balón, los trasplantamos al arrecife que queremos restaurar. Esto se hace de una manera muy eficiente. Adherimos cada una de las colonias de coral sobre un sustrato duro, utilizando una mezcla propia de cemento marino que echamos con una manga pastelera para lograr que el coral quede pegado en la roca que conforma el sustrato. Aproximadamente en un mes, el propio coral ha crecido por encima del punto de cementación y el trasplante es ya permanente. Hacemos trasplante de coral.

-Acaban de terminar un curso sobre cómo aplicar esta técnica ¿no?

-Han venido estudiantes de hasta cinco países que han aprendido los fundamentos científicos y técnicas de coral gardening que nosotros utilizamos para la restauración a gran escala. Estas abarcan desde cómo diseñar y construir las nurseries o viveros de coral, su mantenimiento y cómo trasplantar el coral. Ello les hizo adquirir los conocimientos y fundamentos necesarios para desarrollar estos proyectos en otras partes del mundo. Estamos muy contentos con el resultado.

-Hay otros países que están interesados en el proyecto

-Efectivamente. Todos los que tienen arrecifes de coral están interesados porque están en un estado muy precario en todo el mundo debido, fundamentalmente, a la contaminación, a fenómenos como El Niño, la sobrepesca o la destrucción directa del arrecife con prácticas como la pesca con dinamita, aparejos abandonados, construcción de estructuras, puertos o islas artificiales.... Jamaica, Filipinas e Islas Mauricio han mostrado un interés particular.