El cuadro había viajado a Córcega desde Valencia, a bordo del yate «Adix», de bandera británica, lo que utilizan los abogados del propietario para afirmar que el mencionado cuadro «ha tenido siempre su domicilio permanente en el extranjero». Los abogados de Botín afirman que el cuadro comprado en Londres en 1977, no es español sino británico, por lo que no está sometido al derecho español. Botín intenta desde 2012 conseguir la autorización para exportar su cuadro, pero el ministerio español de Cultura denegó este permiso en una decisión que fue recurrida judicialmente por el banquero
La justicia española confirmó en mayo la decisión del ministerio de Cultura declarando inexportable la obra. El barco y el cuadro se encontraban entonces en Valencia. España considera que su cuadro pertenece al periodo del pintor malagueño en el pueblo leridano (Cataluña noreste) de Gósol, donde pintó un centenar de cuadros en el verano de 1906, y fue decisivo para el posterior desarrollo del cubismo. «No existe una obra semejante en España», lo que justifica su inexportabilidad, según una portavoz del ministerio de Cultura.