La tortuga «Rostro», ya libre, prefiere nadar por Galicia

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

SOCIEDAD

Recorre una media de 19 kilómetros diarios, que le han llevado a las montañas submarinas próximas a la comunidad

01 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque de origen caribeño, como mandan los cánones de su especie, Rostro, la joven tortuga marina recuperada en Fisterra el pasado 1 de marzo, parece haberle tomado cariño a su tierra de acogida, donde primero un vecino y luego la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) le han salvado la vida. Su situación no era precisamente alentadora, porque cuando llegó al litoral fisterrán con apenas 30 centímetros y kilo y medio de peso, además de otras muchas heridas, tenía un aparejo de pesca en la aleta anterior izquierda que se la estrangulaba hasta el hueso.

De mano de la Cemma, primero en la uci instalada en la Sociedade Galega de Hisotria Natural y luego en el acuario de O Grove, se fue recuperando a base de antibióticos, buena comida y agua tibia. La operación dio resultado y el 30 de junio embarcó en Portosín para recuperar su libertad a 20 millas en aguas abiertas.

Con ella, adherido a la concha, se llevó un localizador GPS, que en la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños emplean por primera vez en un caso de estos, y gracias a él ahora se sabe de sus andanzas.

En este mes escaso sin que nada la controle, más que en la distancia, ha recorrido unos 600 kilómetros, a una media de 19 diarios, que no son muchos para su especie, que puede llegar a los 40, pero los razonables, ya que solo tiene cuatro años de los 60 que puede llegar a vivir. Según explicó Juan Ignacio Díaz da Silva, uno de sus recuperadores, lo normal es que en algún momento vuelva al Caribe para reproducirse, pero «son tan imprevisibles» que podría acabar en África. Por ahora, lejos de todo eso ha elegido las montañas submarinas conocidas como Banco de Galicia, a 200 kilómetros de la costa y donde hay zonas que superan los 4.000 metros de profundidad.