Ahora que el mapa político está tan dividido -cuatro nacionalistas (incluida Cantabria), ocho de izquierdas y cinco populares- en los consejos interterritoriales de salud se tendrá que negociar hasta el último asunto si el Gobierno quiere que se avance en cualquier tipo de mejora.
Si la reunión de ayer se producía con el ruido de las tarjetas sanitarias a los simpapeles de fondo, es probable que la próxima cita, a la vuelta de vacaciones, tenga la gestión de la hepatitis C como sombra. De hecho, ya lo fue ayer, y el propio ministro se refirió a la enfermedad en la rueda de prensa posterior al consejo.
Dijo Alfonso Alonso que en lo que va de año 18.134 enfermos han sido tratados contra el virus en la Seguridad Social, aunque por el momento no se sabe la cifra de éxitos, ya que el proceso en sí dura unos tres meses. Está previsto que más del 80 % obtenga resultados muy positivos, pero el balance tendrá que esperar. También reiteró Alonso el compromiso del Ministerio de Hacienda para dar financiación al plan de lucha contra le hepatitis C.
Sin embargo, el dinero tenía que haberse aprobado el 23 de abril, pero todavía no ha visto la luz. «Nosotros estamos cumpliendo con el protocolo, pero sin la financiación prometida», se quejó Jesús Morera, consejero de Sanidad de Canarias, poniendo voz al sentir de algunas comunidades.
En la calle, afectados recordaban que el tratamiento no se da con igual agilidad en todas partes y que esas diferencias son sangrantes en el caso de los reclusos, cuando la población penitenciaria está especialmente afectadas por el virus y el VIH.