Santiago desarrolla tres ensayos clínicos contra la principal causa de ceguera

Joel Gómez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

 Intentan frenar o mejorar la degeneración macular asociada a la edad

26 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres ensayos clínicos de nuevos tratamientos intentan frenar o mejorar la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), la principal causa de ceguera legal. Se considera esta situación cuando la visión no alcanza el 10 %, o si hay un campo visual muy reducido, en la zona central de la retina, explica el oftalmólogo Francisco Gómez-Ulla, quien participa en los tres estudios, en el centro que dirige en Santiago. El progresivo envejecimiento de la población y el incremento de la diabetes hacen prever un incremento de la ceguera en España y en Europa.

Quienes sufren DMAE ven los objetos torcidos, una mancha en el centro de la visión, ausencia de letras y palabras durante la lectura, o tienen dificultades para utilizar un teléfono móvil al no ver bien las teclas.

DMAE seca

La principal novedad es el ensayo del primer fármaco para la DMAE seca, el lampalizumab. Se trata de confirmar que retrasa, o frena, el desarrollo de la enfermedad. «De momento no es posible que una persona afectada de DMAE seca recupere la visión perdida ni mejore, pero es importante detectar a tiempo las lesiones en los primeros síntomas y evitar que evolucionen», explica Gómez-Ulla. «En la DMAE seca se mueren las células del centro de la retina, lo que lleva a la pérdida de visión. Hay causas genéticas en parte de los casos, e influyen factores ambientales», afirma.

El fármaco se aplica mediante una inyección intraocular, cada cuatro o seis semanas, de forma ambulatoria. «Se van a estudiar alrededor de mil pacientes en Europa y América, y en Santiago hemos comenzado a reclutar algunos», indica. Además de este fármaco, la investigación trabaja con terapia génica y otras alternativas para poder reemplazar células dañadas y perdidas, pero es una alternativa que está todavía lejana.

DMAE húmeda

Los otros dos ensayos clínicos son para la DMAE húmeda, que es la más grave. Tratan de mejorar tratamientos ya existentes. «En la DMAE húmeda se forman unos vasos debajo de la retina, que producen fluido líquido. Eso provoca que se vea mal», manifiesta Gómez-Ulla. Uno de esos estudios evalúa variantes genéticas que pueden influir en la eficacia de un nuevo fármaco (aflibercept), y mejorar así el tratamiento individualizado, al saber quienes van a responder o quienes no cuando se les administra.

El centro que dirige Gómez-Ulla coordina en España el otro ensayo. Combina dos fármacos, con el objetivo de evitar que se formen esos vasos y su cicatrización posterior.

Este estudio se fija en la estrategia de la oncología, que combina varios fármacos, y consiste en administración intravítrea de fovista más bevacizumab o aflibercept frente a solo bevacizumab o aflibercept. Es el primer ensayo clínico que se hace con fármacos en combinación. El Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla coordinada en España la fase III (final) del ensayo.

Casi un millón con baja visión

En España se estima que un millón de personas de 6 o más años padecen discapacidad visual: 920.000 tienen baja visión y 70.000 son ciegas. Esas cifras indican una prevalencia de un 2,14 % de discapacidad visual; y del 2,76 % en Galicia, ligeramente superior; con una prevalencia en Galicia de 1,34 casos de ceguera legal por cada mil habitantes, según la Fundación Retina Plus. La DMAE es la principal causa de estos problemas. Según la ONCE, la padecen el 25 % de su afiliación. La miopía patológica (16,9 %), degeneraciones retinianas (10,7 %), retinopatía diabética (10 %) y diferentes patologías del nervio óptico (9,4 %) le siguen como principales causas.