El complejo escultórico, en obras desde hace más de un año, queda ocupado por roedores que «suben por las estatuas, se esconden debajo de los andamios, corren por la plaza» y aparecen «muertos» en la fuente barroca más célebre de Roma
21 jul 2015 . Actualizado a las 16:45 h.Ratas y ratones invaden la Fontana de Trevi de Roma al caer la noche, horrorizando a turistas y romanos, que hablan de un «deterioro sin fin» de la ciudad, mientras el Ayuntamiento sostiene que dará una solución «lo antes posible». El municipio aseguró ayer que ya está en conversaciones con las empresas encargadas de la limpieza después de que el problema fuera denunciado en el Corriere della Sera y de que las redes sociales y los turistas dieran testimonio de lo que ocurre.
Fontana di Trevi invasa dai rattiA decine fra vasca e statue Foto http://t.co/y9HUbNTjyv pic.twitter.com/RLfm8H2PSc
? Corriere della Sera (@Corriereit) julio 20, 2015
El diario habla de «ratones enormes, colonias de diez y hasta veinte ejemplares» que cada noche, en la oscuridad, toman posesión de la fuente y protagonizan «un constante ir y venir de roedores de veinte centímetros de largo».
El complejo escultórico, en obras por restauración desde hace más de un año, queda invadido por los roedores, que «suben por las estatuas, se esconden debajo de los andamios, corren por la plaza» y aparecen «muertos» en la fuente barroca más célebre de Roma. Los ratones «se han convertido en los habitantes nocturnos de uno de los hitos de la ciudad capitolina» y han dejado «aturdidos» y «horrorizados» a los turistas, que «toman fotografías para recordar una Roma cada vez más degradada».
Fue la desagradable sorpresa que encontraron las españolas Carmen y Elena al visitar la fuente en torno a las once de la noche del pasado sábado después de cenar en el centro, momento en el que vieron cómo «dos ratas cruzaron de lado a lado la base de la fuente». Después, en la plaza frente a la fuente, «salió un pedazo de rata gigantesca», dijo Carmen, de Jaén, impresionada por que «esto pase en una capital de Europa y en un sitio turístico». Es «la tercera vez» que la joven, que vive en Roma desde hace un par de meses, ve ratas en la ciudad, una presencia debida, en su opinión, a «una falta de higiene increíble». La jienense percibió una limpieza «muy deficiente» en las calles, con casos como el de «tres botellas y un cucurucho de helado, que estuvieron tres semanas en una parada de taxis frente al Coliseo sin que nadie los recogiera».
Los romanos también han lamentado la presencia de roedores en uno de los símbolos de la ciudad y han compartido a través de las redes sociales críticas hacia la gestión del alcalde de Roma, Ignazio Marino, en una ciudad que sufre un «deterioro sin fin». «Roma, siempre peor», comenta un usuario, mientras otro responde que «al menos los roedores son ciudadanos romanos y están en su casa, no como muchos turistas que ensucian las calles».
Preocupados se muestran también los dueños de los restaurantes cercanos, como Simone, camarero en un local frente a la fuente: «si no se resuelve el problema, estamos perdidos. Nadie quiere sentarse en una terraza y ver ratas, aunque estén en la Fontana de Trevi».
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Habitantes del Centro Histórico de Roma, Viviana Piccirilli, dijo que se trata de un «problema preocupante» que se debe a que «el calor es demasiado fuerte» y a «la suciedad» de la capital. «No es solo un problema de la Administración. Las ratas salen porque hace calor, buscan el agua. Es evidente que las obras han empeorado la situación, pero también las basuras de los restaurantes y los turistas. Es un problema también de civismo», añadió. «No es posible que haya un policía en cada esquina. La basura no se puede tirar en cualquier parte, hay que tener más respeto por los lugares delicados», sostuvo.
Las obras de restauración de la Fontana de Trevi, famosa por ser escenario del sensual baño de la actriz sueca Anita Ekberg en «La dolce vita» de Federico Fellini (1960), comenzaron en junio de 2014 y tienen previsto durar hasta el último trimestre de 2015, según los cálculos del Ayuntamiento de Roma. Una restauración calculada en 2 millones de euros (2,7 millones de dólares) que financia por mecenazgo la empresa de moda italiana Fendi. Inaugurada en 1735, la obra de Nicola Salvi, según un diseño de Gian Lorenzo Bernini, es la fuente monumental barroca más célebre de Roma y una de las más famosas y fotografiadas del mundo.