¿Dónde están las nubes más brillantes?

Europa Press MADRID

SOCIEDAD

PEPA LOSADA

Un estudio revela que la abundancia de plancton marino en el hemisferio sur hace que estas sean más relucientes

17 jul 2015 . Actualizado a las 19:43 h.

Una nueva investigación realizada por la Universidad de Washington y el Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste (ambos estadounidenses) señala la posibilidad de que el plancton, distribuido a lo largo de grandes extensiones, juegue un papel fundamental a la hora de generar «nubes más brillantes».

El estudio, publicado este viernes en la revista Science Advances, destaca que estos organismos minúsculos que viven en los océanos, producen tanto gases como materia orgánica que luego terminan depositados en las gotas que forman las nubes, lo que a su vez lleva a que estas reflejen una cantidad mayor de luz solar.«Las nubes de los océanos del sur reflejan una cantidad significativamente mayor de luz solar durante el verano de lo que lo harían si no tuviesen esas grandes masas de plancton -asegura el coautor del estudio Daniel McCoy- Durante esta época, la concentración de gotas en las nubes es el doble de la que sería si los océanos estuvieran muertos».

Dennis Hartmann, otro de los autores de la investigación, afirma que la vida de los océanos «tiene un gran efecto sobre las nubes», algo que, según explica el profesor de ciencias atmosféricas de la Universidad de Washington Robert Wood, hasta ahora, «ha sido una hipótesis durante mucho tiempo pero no se había encontrado evidencia científica».

En cambio, los resultados de este estudio indican que, a lo largo de un año, el incremento de luz solar reflejada por las regiones con mayor densidad de plancton alcanza los cuatro Vatios de energía por metro cuadrado de océano. La luz que reflejan las nubes dependen directamente del líquido que contiene la misma y de la cantidad y tamaño de las partículas que la forman. Para averiguar estos datos, los científicos emplearon el satélite de la NASA que mostraba que, durante el verano, las nubes de la región de los océanos del sur del planeta estaban compuestas por partículas más pequeñas que en el resto del año.

«Eso no tenía sentido, teniendo en cuenta que esos océanos, por lo general tormentosos, se calman durante esta época y generan menos espuma de mar, por lo que el aire transporta menos sal», explican los responsables de la investigación. Por ello, el estudio acerca de cuál podría ser la causa de que las nubes se volvieran más reflectantes se dirigió hacia un modelo biológico oceánico «para ver si la cuestión biológica podía ser responsable», señalan.

La vida marina puede afectar a los nimbos de dos formas: emitiendo gases que producen partículas que van a parar en las gotas de las nubes; o bien mediante la materia orgánica que recoge la superficie marina y que crea una espuma que puede filtrarse en el aire, en forma de pequeñas partículas de plantas muertas y material animal. De este modo, al cruzar los datos de la concentración de partículas en las nubes y presencia de materia orgánica en la espuma marina, hallaron la correlación.

Los encargados del estudio han destacado que las observaciones, por ahora, «son muy pobres»; aunque sí que «permiten hacerse una idea de cómo se debía comportar una región preindustrial virgen». «Nadie sabe qué aspecto tenían los cielos antes de que se empezara a quemar petróleo. Hoy casi la mitad de las gotas que forman las nubes en el hemisferio norte se generan alrededor de partículas de contaminación», aseguran los responsables de la investigación.