«Si hubiera vida en otro universo, sería muy distinta»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Lavandeira jr | EFE

La física teórica Lisa Randall asegura que la teoría de la relatividad de Einstein está en plena forma, «y una muestra espectacular es el GPS»

01 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Es la primera mujer en ocupar un puesto en el departamento de física da Princeton y la primera física teórica en el MIT y en la Universidad de Harvard. Lisa Randall (Nueva York, 1962), elegida por la revista Time como una de las cien figuras más influyentes en el área de científicos y pensadores, da esta tarde a las 20.15 en Santiago una conferencia organizada por la Facultad de Física de la USC para conmemorar los cien años de la teoría general de la relatividad de Einstein.

-¿Está cerca una teoría que supere la de Einstein, o sigue plenamente vigente?

-Está en plena forma. Es una teoría que ha sido comprobada con gran precisión, por ejemplo en el GPS, que es una muestra espectacular de la teoría de la relatividad. Faltan probablemente muchos años para superarla.

-El título de la conferencia que da esta noche es «Universos ocultos: un viaje a las dimensiones extra del cosmos». ¿Algún día podrán verse estas dimensiones?

-En mi libro Universos ocultos explico formas de imaginarse estas dimensiones extra, que es difícil, pero también cuento que aunque están ocultos y uno no puede verlos directamente sí podrían verse indirectamente a través de los efectos que producen estas dimensiones extra. Por ejemplo, si son finitas tendrían una cierta masa y pueden decaer en otras partículas. Y uno puede ver indirectamente ese decaimiento aunque no veas la partícula original. De hecho, la física de partículas funciona así, uno casi nunca ve directamente lo que quiere ver, sino los efectos.

-¿Puede imaginarse una vida similar a esta en esos universos?

-Puedes imaginar todo lo que quieras. Creo que es posible, obviamente sobre eso no tengo nada que decir, pero si hubiera una vida en un universo paralelo, lo más probable es que sea muy distinta a la nuestra, porque para la nuestra sucedieron una serie de cosas muy particulares.

-Pese a que la física no resulta atrayente para la gente, cuando se habla de cosmos y universos paralelos el interés se dispara.

-Efectivamente, cuando se habla del cosmos se produce mucha más atracción. Cuando se descubrió el bosón de Higgs la gente habló de ello porque todo el mundo comprende que es un descubrimiento, pero es algo tan alejado que es difícil de entender. No es lo mismo que si haces un descubrimiento que involucre el cosmos, que nos despierta todas las preguntas.

-Escribió un libreto de ópera, ¿encuentra alguna relación entre física y música?

-Hay un vínculo común y una raíz, que es la creatividad. Queríamos ver si era posible representar musicalmente en un escenario las dimensiones extra. Cuando el autor, Héctor Parra, me contactó, vi que había leído el libro y me sorprendió que lo había entendido bien. Conocía su música y me gustaba, y eso hizo que aceptara el proyecto.

-En «Llamando a las puertas del cielo» se plantea si un científico puede ser religioso, ¿puede?

-La gente puede tener muchas contradicciones. El punto clave es que la ciencia trabaja bajo la premisa de que hay leyes, y si hago un experimento va a funcionar según esas leyes. Si el dios en el que crees puede por capricho decir que la manzana cae hacia arriba, hay contradicciones evidentes. Al menos en el momento en el que el científico está trabajando, no tiene que estar pensando en dios, o no en un dios que interviene y modifica leyes.

-Tildó de ridículas las palabras del Nobel Hunt, en las que apostaba porque hombres y mujeres trabajen separados en el laboratorio, ¿es una anécdota o existe un techo de cristal para la mujer?

-No creo que haya un techo rígido de cristal pero sí dificultades, difíciles de explicar, pero las hay.

-¿Alguna vez se ha sentido una intrusa en un mundo de hombres?

-No me gusta hablar de eso.