Joseph Renzulli: «Un mal profesor puede llegar a destruir la alta capacidad de un alumno»

Sandra Faginas Souto
SANDRA FAGINAS LA VOZ / REDACCIÓN

SOCIEDAD

Álvaro Ballesteros

El ilustre pedagogo apuesta por el «disfrute», «el entusiasmo» y la «implicación» como bases del éxito en la enseñanza

26 jun 2015 . Actualizado a las 12:51 h.

Joseph Renzulli (Nueva Jersey, 1936) es una eminencia en educación, experto en detección y potenciación de altas capacidades. Su teoría destaca por entender la superdotación como algo más allá de lo meramente cognitivo. Ayer estuvo en Santiago para apoyar el proyecto Talento 3.0, de la Fundación Barrié, que enseña a profesores gallegos a fomentar la valía de sus alumnos. Junto a él, su mujer, Sally Reis, también profesora de Psicología de la Educación en la Universidad de Connecticut, puso en pie a un auditorio entusiasmado con cada una de sus indicaciones. Doblemente entregados, Sally interviene en la entrevista a su marido.

- ¿Un mal profesor puede destruir la alta capacidad o el talento?

-Rotundamente, sí.

- Le pongo un ejemplo: un niño de 6 años con alta capacidad en matemáticas, sus exámenes son brillantes, pero el profesor le baja la nota porque pierde el material, los lápices. ¿Una técnica peligrosa?

-[Responde Sally] Nosotros nos referimos a casos de un profesorado con experiencias mucho más graves. Personas que realmente no motivan nada y no ayudan. Técnicas así no tiran el talento por tierra.

-Según usted, un superdotado se caracteriza por tener una gran habilidad, además de creatividad y persistencia. ¿Son necesarias las tres en la misma medida?

-Son todas necesarias, y se tienen que trabajar conjuntamente. Si tienes motivación y no tienes unas ideas creativas, la motivación no se va a aplicar a nada. Si tienes un montón de creatividad, pero no tienes motivación tampoco le vas a dar un buen uso a esa creatividad, así que las tres deben estar presentes.

-A estos chicos lo que les falla muchas veces es el esfuerzo, van «sobrados», se relajan, sobre todo en los primeros años. ¿Los maestros deben exigirles más?

-Tanto padres como profesores deben generar en ellos una disciplina para que se autorregulen, porque tienden a relajarse. Pero lo más importante es que disfruten. Si estás tocando el violín todo el tiempo y tienes que practicar y practicar mil horas y no lo disfrutas falta lo fundamental. Por eso nosotros hablamos de las tres «e»: «enjoyment», «engagement» y «enthusiasm»: disfrute, implicación y entusiasmo.

-Se necesita pasión.

-Si hacemos algo y lo disfrutamos lo queremos hacer más veces. Es importante que los alumnos encuentren un área de interés, en algunas personas sucede muy rápido y en otras no. Lo que está claro es que los intereses pueden devenir en pasiones.

-Hace un año usted decía que había que ofrecer una enseñanza que despertase el interés de los alumnos. ¿Cómo concretarlo?

-La clave es el modelo de enriquecimiento triádico (tipo 1, tipo 2 y tipo 3), que funciona para todos los niños, no solo para los que tienen un coeficiente intelectual alto. Chicos a los que de repente se les puede hablar de poesía, del calentamiento global o poner un DVD sobre determinado tema y de este modo quizás se interesen por esos temas porque quizás no los conocían. Después hay que darles oportunidad de profundizar en esos intereses hasta los niveles de más profesionalización.

-¿Cuál es el papel de los padres?

-[Responde Sally] La familia tiene que apoyar siempre, hay casos de chicos que, por ejemplo, solo quieren escribir, o tienen muy claro que quieren ser actores... Los niños de altas capacidades son muy diferentes, no responden a un patrón, algunos muestran claramente su vocación, pero otros no. Los padres deben respaldar sus intereses, esa pasión y fomentarla. Hay muchos niños con altas capacidades que no son especialmente populares, no tienen muchos amigos, por eso es muy importante que sus padres crean en ellos.

-Un profesor en Galicia, ¿cómo podría cambiar desde ya?

-Siguiendo el modelo del proyecto Talento 3.0, que coge la tríada de la que hablaba y la estructura para dar servicios en un colegio. A partir de ahí los profesores hacen grupos de enriquecimiento basados en intereses. Un niño aquí, otro aquí, otro aquí y elaboran un producto y llevan adelante los proyectos. Pueden ser físicos o no: desde hacer maquetas a inventar una historia. Y lo bueno es que ayuda a todos los alumnos. Los mejores en una cosa benefician a los otros.