La católica Irlanda votó sobre el matrimonio homosexual

La Voz DUBLÍN / AFP

SOCIEDAD

PAUL FAITH | AFP

El resultado del referendo se sabrá esta tarde, tras una campaña en la que los partidarios del no tuvieron un perfil bajo

23 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los irlandeses votaron ayer en el referendo sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, una reforma que medirá la vigencia del poder de la Iglesia católica en un país marcado por su confesión religiosa.

Más de 3,2 millones de irlandeses estaban convocados a las urnas durante todo el día. Los electores respondieron a la pregunta de si deseaban o no añadir un artículo a la Constitución irlandesa que dice: «El matrimonio puede ser contratado de conformidad con la ley por dos personas, sin distinción de sexo». El resultado se espera que se dé a conocer hoy por la tarde. En caso de ganar el sí, sería el primer país del mundo en aprobar en referendo el matrimonio homosexual, algo que antes intentaron Croacia y Eslovenia, sin éxito.

A la sombra de Oscar Wilde

Según los últimos sondeos, el sí va con ventaja, aunque la distancia respecto al no se fue reduciendo en los últimos días. «Podemos lograr el derecho a casarnos el 22 de mayo, y nos quitará un gran peso de encima a nosotros y a todos los que nos quieren; será una liberación para nosotros y un hito en la historia de creciente tolerancia de Irlanda», escribió el escritor irlandés Colm Tobin, homosexual, en un artículo en The Independent.

Toibin recordó en su escrito a su colega y compatriota Oscar Wilde (1854-1900), que fue condenado a dos años de cárcel por homosexual, y murió prácticamente exiliado en París. Fuera de la casa donde Wilde residió de niño, en la plaza Merrion del centro de Dublín, había dos carteles pidiendo el sí.

La campaña del no ha mantenido un perfil más bajo, hasta el punto de que muchos de sus activistas rechazaron hablar a la agencia AFP, incluso bajo anonimato. Algunos sí quisieron comentarlo, como Rachel Stanley, de 60 años, quien dijo que votó en contra para «proteger el matrimonio y la estabilidad de los niños». «Espero que no me emplumen con alquitrán por lo que estoy diciendo», añadió.

Stanley se hizo eco del argumento central de quienes se oponen a la medida, y es que la enmienda constitucional facilitaría todavía más a las parejas homosexuales adoptar o tener hijos, cuando de hecho ya es posible.