La Catedral de Santiago analizará «con detenimiento» si abre la Puerta Santa

EFE

SOCIEDAD

La Puerta Santa de la catedral se abrió por última vez el 31 de diciembre del 2009, coincidiendo con el inicio del último año Xacobeo.
La Puerta Santa de la catedral se abrió por última vez el 31 de diciembre del 2009, coincidiendo con el inicio del último año Xacobeo. XOÁN A. SOLER

El papa Francisco convocó hace unos días un año Santo Extraordinario dedicado a la misericordia 

18 abr 2015 . Actualizado a las 20:04 h.

El cabildo de la Catedral de Santiago de Compostela ha decidido este sábado, en una sesión ordinaria en la que se ha tratado el asunto del jubileo extraordinario de la misericordia, punto que no estaba en el orden del día, estudiar «con más detenimiento» si se adelanta a este año la apertura de la Puerta Santa.

Al existir «tiempo suficiente», señala el comunicado, se llegó a este «consenso unánime» y en este tiempo se analizarán las repercusiones pastorales de proceder a esta acción sin ser el Xacobeo -el último fue en 2010 y el próximo en 2021- y se trasladará al Arzobispado, tras este estudio, el parecer de los capitulares «en un tiempo prudencial».

El papa Francisco convocó el pasado día 11 de manera oficial un Año Santo Extraordinario dedicado a la misericordia, una experiencia de renovación dirigida también a las diócesis de todo el mundo para ofrecer a la Humanidad «la vía del perdón y de la reconciliación». Jorge Bergoglio presentó su bula «Misericordiae Vultus» para oficializar el Jubileo que, tal y como avanzó el mes pasado, comenzará el próximo 8 de diciembre, cuando se derribe la Puerta Santa vaticana, y concluirá el 20 de noviembre de 2016.

Su presentación tuvo lugar en el atrio de la basílica de San Pedro y, acto seguido, el pontífice presidió las vísperas del segundo domingo de Pascua, en cuya homilía explicó a los congregados las razones que lo han llevado a tomar esta decisión. «¿Por qué hoy un Jubileo de la Misericordia? Simplemente porque la Iglesia, en este momento de grandes cambios históricos, está llamada a ofrecer con mayor intensidad los signos de la presencia y de la cercanía de Dios», refirió.

Francisco señaló que «este no es un tiempo para estar distraídos» sino un periodo «para permanecer alerta y despertar en nosotros la capacidad de ver lo esencial». Un Año Santo -explicó- «tiene que mantener vivo el deseo de saber descubrir los muchos signos de la ternura que Dios ofrece al mundo entero y sobre todo a cuantos sufren, se encuentran solos y abandonados». «Este es el tiempo de la misericordia. Es el tiempo favorable para curar las heridas, para no cansarnos de buscar a cuantos esperan ver y tocar con la mano los signos de la cercanía de Dios, para ofrecer a todos el camino del perdón y de la reconciliación», apuntó.

En la bula, compuesta por 25 puntos, Francisco considera que la misericordia es la «viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia» y, por esa razón, no quiere que este año santo sea celebrado solo en Roma sino también a nivel local y en todas las diócesis del mundo en señal de comunión.