Hace dos años que Angelina Jolie publicó una carta titulada Mi elección médica, anunciando que había realizado una mastectomía bilateral profiláctica. Ayer dijo que se acababa de someter a una extirpación preventiva de ovarios y trompas de Falopio. Es portadora de una mutación heredada en el gen BRCA1 que implica un riesgo del 70-40 % de padecer a lo largo de la vida cáncer de mama y de ovario, respectivamente. Estas mutaciones son infrecuentes en la población general, pero la agregación de algunos tumores nos hace sospechar que estamos ante una familia en riesgo, la cual debe ser derivada a una unidades especificas para un asesoramiento genético y evaluación de riesgo adecuados, donde se determinará si está indicado un estudio genético, así como las medidas de seguimiento reductoras de riesgo. Como Angelina describe en su carta, los «chequeos» para prevenir el cáncer de ovario no son útiles. Para una mujer con mutación en BRCA1/2, la medida que ha demostrado ser más eficiente, incluso más que la cirugía mamaria preventiva, es la salpingooforectomia bilateral profiláctica: reduce hasta un 95 % el riesgo de padecer cáncer de ovario, un 50 % el riesgo de desarrollar un cáncer de mama y disminuye hasta en un 70 % la mortalidad en portadoras BRCA1/2. Es de agradecer que un personaje público hable con tanta claridad de aspectos tan íntimos que ayudan a dar visibilidad publica al problema, pero debemos recordar que todas las semanas Angelinas anónimas, mujeres gallegas portadoras de mutación en BRCA1/2, se someten a cirugías y procedimientos similares en nuestros hospitales, previo asesoramiento, sopesando opciones y tomando decisiones individualizadas: el conocimiento es poder.
* Begoña Graña es oncóloga especialista en cáncer hereditario