RSF denuncia un aumento mundial de los ataques a la libertad de prensa

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Situación de la libertad de prensa en el mundo
Reuters / La Voz

Sin incluir el caso «Charlie Hebdo», el informe deja a Francia en el puesto 38.º

18 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ningún continente es mejor hoy que hace dos años para ejercer el periodismo. Ni siquiera Europa. Esta es la principal conclusión de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa que presentó Reporteros sin Fronteras. Y eso que como recoge solo los ataques del 2014, en ningún capítulo se incluye el atentado a la revista Charlie Hebdo, aunque hay un capítulo dedicado al fanatismo religioso y otro a la erosión del modelo europeo.

La clasificación de RSF sí deja bien parada a España, que va recuperando un lugar destacado (es el puesto 33.º del mundo) tras salir de 22.º cuando se creó el ránking en el 2002. Con respecto al 2013 mejoró dos puntos.

Al margen del caso hispano, la tendencia es muy negativa. Por los ataques a la libertad de información, del 2013 al 2014 la agresividad creció un 8 %, y no hay ninguna gran región a salvo: la UE y los Balcanes crecieron un 5,6 % en violencia; Américas, un 1,6 %; Europa del Este y Asia Central subieron un 1,3 &; mientras, Oriente Medio y África del Norte aumentaron un 1 %; y solo África y Asia-Pacífico se mantienen casi igual, con 0,8 y 0,9 % más respectivamente.

Las razones que explican por qué ser periodista sigue siendo peligroso en todo el mundo son, para Reporteros sin Fronteras, siete: la información es un arma de guerra en las zonas en conflicto; en algunos lugares los grupos no estatales quieren controlar la información (desde el Estado Islámico a los narcotraficantes o la mafia); hay un creciente uso político de la censura religiosa; aumentan las dificultades para cubrir las manifestaciones, con agresiones de los manifestantes a los reporteros; se detecta una erosión del modelo europeo; la seguridad nacional se usa como pretexto para la coerción; y las dictaduras unipersonales siguen fuera de todo control.

Sobre la blasfemia como arma política, RSF recalca que en el 2014 se redujo el número de periodistas encarcelados por este asunto, pero la censura sigue vigente en la mitad de los países del mundo. Tanta es la presión que ni el periodista ni el bloguero están dispuestos a arriesgar su vida por miedo a que compatriotas radicales «hagan justicia» sin que intervenga el Estado. Los países más intransigentes son Arabia Saudí (en el puesto 164) e Irán (173), pero mucho más cerca, en Túñez (126) o Marruecos (130) se han creado leyes que recogen «atentar contra lo sagrado».

En el corazón de Occidente sí hay control bajo la excusa de la seguridad nacional. James Risen, periodista de The New York Times, denunció el hostigamiento judicial de Gobierno de Estados Unidos (puesto 49.º, por detrás de Burkina Faso o Níger) para que revelase sus fuentes; hasta el 2008, la Espionage Act (adoptada en 1917) solo se usó e tres ocasiones; Obama la invocó ocho veces.

Europa empeora cada año, hasta en Finlandia hay menos pluralidad

RSF recalca que la situación general es tan mala porque en ningún lugar mejora, ni siquiera en Europa. Del continente dice que hasta Finlandia, que sigue ocupando el primer puesto, ha perdido en pluralidad al haberse fusionado varias cabeceras. Pero ha habido muchos problemas más:

Países Bajos. Agresiones a los periodistas en una manifestación y prohibición de grabar a los políticos en el Parlamento sin su consentimiento.

Noruega. Hay cierta autocensura y por ejemplo Médicos sin Fronteras denuncia que las crisis internacionales no se abordan en la prensa local.

Dinamarca. Dos periodistas que revelaron un escándalo sanitario tuvieron que pagar una multa.

Italia. Como en España, los dirigentes de la televisión pública (RAI) los nombra el Gobierno. Pero además se duplicaron los daños a los bienes materiales de periodistas. Doce periodistas tienen escolta. Hay 129 denuncias por difamación, especialmente de políticos.

Francia. El Frente Nacional denegó el acceso a algunos periodistas a sus actos. Y hubo agresiones a reporteros en las manifestaciones, tanto por parte de la policía como de otros manifestantes.

Grecia. A los ataques de Amanecer Dorado (el grupo neonazi) hay que sumar agresiones policiales en las manifestaciones. Cayó 60 puestos desde el 2009.