La muerte os sienta tan bien

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Moisés Nieto
Moisés Nieto J. J. Guillén | EFE

El luto está de moda. Lo ha sentenciado este domingo la pasarela madrileña MBFWM con las propuestas de Moisés Nieto y David Delfín. Torretta, por su parte, recupera el diseño, el patronaje y la confección de los años 70

09 feb 2015 . Actualizado a las 15:48 h.

La tragedia, el duelo, el luto y el peso de la culpa han desfilado este domingo a lo largo de la pasarela madrileña Mercedes-Benz Fashion Week de la mano de Moisés Nieto y David Delfin. El primero ha presentado una colección doble de 18 piezas con las que juega a la dualidad, destinada para el próximo otoño-invierno 2015-2016. De dos en dos han salido a la pasarela las modelos. La primera con las prendas de color. La segunda con el mismo estilismo teñido en negro. «Juego de prendas y maniquíes que evocan la sombra alargada de la culpabilidad que nos hace sentir mal por todo lo que hacemos bien», explica Nieto, que bebe de la obra de García Lorca para hacer su propia versión de Bernarda Alba.

A lo largo del desfile, en el que ha sonado la La Madrugá, de la Banda del Regimiendo de Infantería de Soria número 9, se han visto prendas que plasman al mismo tiempo la tragedia, la pena, el luto, las ganas de vivir y la alegría. Si la pena la tiñe en negro Moisés Nieto, la alegría la representa con estampados de pata de gallo en azules, blancos y amarillos, bermudas combinadas con sudaderas, vestidos en tonos dorados y verdes de líneas ajustadas.

Los vistosos zapatos planos tipo Oxford en tonos rosas, amarillos y negros, de Ana Matt y unos coquetos bolsos Lautem han arropado la colección de un Nieto maduro, que compartió desfile con Leandro Cano, que subió a la pasarela una serie de propuestas con patrones clásicos y cortes complejos estampados con paisajes andaluces. Después, el creador David Delfín ha presentado Inferno, una colección «candado» que cierra una trilogía que comenzó con No one y continuó con El tiempo de los monstruos.

Para esta nueva colección, que habla de dolor, pero también de esperanza, David Delfín se ha releído la literatura de Dante, ha revisado el filme Drácula de Francis Ford Coppola y ha conectado con el ritual y la estética del Aikido, «arte marcial, que no pretende destruir al contrario, sino neutralizarlo sin dolor», explica David Delfín. Y con este conjunto de ideas, el malagueño confecciona una colección «muy autobiográfica» que comienza con un luto riguroso, en la que tiene cabida pantalones anchos con cortes horizontales y pliegues en los laterales y jerséis que recuerdan quimonos. Termina con un luto aliviado, coloreado con pinceladas grises y blancas. Pinceladas que ha trazado el pintor Santiago Ydáñez sobre tres prendas, que ahora se convierten en lienzos que cotizan. «Estoy super orgulloso, es un sueño».