Los regalos de Navidad deben despertar interés y emotividad, no solo agradar a quien los recibe

Europa Press

SOCIEDAD

HANNIBAL HANSCHKE | Reuters

El experto apunta que el cerebro necesita estímulos

23 dic 2014 . Actualizado a las 19:02 h.

La clave para acertar con un buen regalo en Navidad está en elegir aquellos que, además de agradar, estimulen los sentidos, es decir, deben percutir e iluminar la corteza cerebral para despertar el interés, la satisfacción y la emotividad en quien los recibe, señala el jefe del Servicio de Neurología de Ineamad del Hospital Nuestra Señora del Rosario, en Madrid, el doctor Ventura Anciones.

En este sentido, el experto apunta que el cerebro necesita estímulos. «La percusión cerebral (visual, auditiva y espacial) pone en marcha las neuronas que conversan con las de al lado y, en un complejo sistema de redes, ejecutan todo cuanto el hombre sea capaz de crear y creer», añade.

Por este motivo, Anciones recuerda en estas fechas que lo más importante de un regalo es su capacidad para despertar la curiosidad. LLegado a este punto, advierte del riesgo de los aparatos electrónicos por la «potencial desmemorización del cerebro» derivada de su uso abusivo.

A este respecto, destaca que la tecnología tiene la ventaja de que facilita un rápido acceso a la información. «Sin embargo, el abuso de estos dispositivos aumenta las rutinas en el cerebro, elimina cauces de relación y desvirtúa un buen número de habilidades intelectuales y sociales», concreta añadiendo que «no es lo mismo buscar y descubrir a Alejandro Magno en los anaqueles de una Biblioteca que el hecho de que entre en mi casa cómodamente instalado en una butaca».

Para el especialista, la emoción, el interés y la necesidad son los pilares básicos en cualquier conducta y formación intelectual y «es un peligroso ejercicio dejarla al arbitrio de una máquina».

¿QUÉ REGALOS SE ADAPTAN MEJOR A LAS DISTINTAS EDADES?

Por otro lado, señala que la idoneidad de cada regalo varía en función de la edad y deben tener como denominador común su capacidad para estimular los sentidos. En el caso de los niños, «tiene que haber por lo menos un libro». El niño «debe recibir regalos que le dejen recuerdo y estimulen su capacidad creativa, fomenten su inventiva y su imaginación constructora, les abran a nuevas ideas y a un pensamiento divergente, y en este sentido, el libro contiene el lenguaje con el que nos conectamos todos los humanos», recuerda.

En el caso de los adultos, el regalo «debe evocar el recuerdo, ser práctico o sorprender». El secreto para acertar con el regalo de un adulto radica en la empatía, hasta dar con aquello que le gustaría que le regalaran al otro, «como ropa, música, un buen libro, un buen vino, o la serie televisiva que avise su memoria».

Por último, «a los mayores hay que despertarles emociones». Para eso hay que bucear en su biografía y testar aquellos elementos que han estado presentes en los momentos más emotivos, como la foto que creyó perdida, la música que fue su ritmo joven, el buen vino que vivió bebiendo entre los amigos, o las fotos de los suyos que codifiquen y le ayuden a recuperar los recuerdos«, aconseja.