España, de los mejores países para vivir y de los peores para trabajar, según los expatriados

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

monica ferreiros

Nuestro país se sitúa a la cabeza en calidad de vida según los extranjeros que residen aquí y a la cola en cuanto a la situación laboral y la capacidad para avanzar profesionalmente

17 dic 2014 . Actualizado a las 00:53 h.

Unas cañas en una terraza al acabar el trabajo. Una escena ideal, propia del estilo de vida de España, que les encanta a los extranjeros que residen aquí. Una situación perfecta, eso sí, para quien tiene trabajo, algo que según reconocen también los expatriados no es fácil de conseguir en nuestro país.

Es una conclusión del informe realizado por la mayor comunidad de expatriados del mundo, InterNations, a través de encuestas a personas que residen en un país distinto al de su procedencia.

De nuestro país, el estudio da dos claras afirmaciones: que España es uno de los países mejor valorados en cuanto a calidad de vida (en segunda posición solo por detrás de Suiza) y a facilidad para adaptarse (solo lo supera México) y que, al mismo tiempo, es de los peores en cuanto a la posibilidad para encontrar y mantener un trabajo y en cuanto a la economía familiar.

Una doble afirmación que se percibe claramente en las tres principales razones que los extranjeros dan para cambiar su residencia habitual a España, todas ellas emocionales. Un 19 % de los encuestados lo hicieron para mejorar su calidad de vida, un 15 % simplemente porque tenía ganas de vivir específicamente aquí, mientras que un 12 % se mudó por amor. Ni rastro de cuestiones laborales entre las primeras razones, como las que sí definen a otros países como Alemania, Reino Unido o China.

A la cabeza en calidad de vida y adaptación

En la parte positiva, España se sitúa segunda en el ránking de calidad general de vida, solo por detrás de Suiza. ¿Las razones? La buena valoración de los servicios de salud, con quejas por parte de solo un 6 % de los encuestados; y la sensación de estabilidad política y seguridad.

Y es que más de la mitad de los encuestados consideran a España un país seguro, y un 94 % están satisfechos con su seguridad personal, unas cifras que superan considerablemente la media mundial.

Además, a pesar de la situación económica que se vive desde hace unos años y las consecuencias que ellas han tenido en la sociedad y en la desafección con la política, la mayoría de los encuestados siguen considerando a nuestro país un lugar razonablemente estable para vivir.

Pero, aunque puede parecer un tópico, la positivísima valoración de España por parte de los expatriados tiene dos razones fundamentales: la fiesta y el clima.

De la misma forma que Suiza, la única que supera a España en esta categoría, está altamente valorada en multitud de subcategorías sobre la calidad de vida, la Federación Helvética tiene una de sus puntuaciones más bajas en lo que a actividades de ocio y a socialización se refiere. Por contra, España es el país mejor valorado del mundo en cuanto a la vida social de las personas extranjeras que se han asentado aquí, algo que en cierta forma consigue suplir en la mente de los expatriados las dificultades laborales de nuestro país.

Por otra parte, la climatología no es, según la encuesta, una cuestión menor. Menos del 1 % de los encuestados critican las condiciones meteorológicas de nuestro país, algo que ayuda a que la calidad de vida en la Península salga bien parada.

En cuanto a la facilidad para adaptarse, solo México es, según la encuesta, un país más acogedor que España. El 82 % de los encuestados se siente en nuestro país «como en casa», mientras un 35 % aseguran sentirse «completamente como en casa», el mayor porcentaje en esta categoría en toda la encuesta.

Y eso a pesar de que no salimos tan bien parados en amabilidad (España está en el puesto 11 de entre 61 países) y de que solo el 33 % de los encuestados consideran que los españoles somos especialmente amigables con la gente de fuera que se asienta aquí (en eso estamos un poco más abajo, en el puesto 14).

En lo que se refiere a la facilidad de que un extranjero que reside en España consiga hacerse amigo de un ciudadano patrio, aunque en nuestro país es más sencillo que en la media mundial, todavía hay uno de cada diez que considera que es especialmente difícil conseguirlo.

Y en lo que sí que los extranjeros reconocen tener un problema es en el idioma, ya que, aunque no consideran al español una lengua difícil de aprender, sí aseguran que la vida es más difícil en nuestro país si no se habla español.

A la cola en situación laboral

Pero todas las alegrías sobre el Spanish way of life que nos dan los extranjeros encuentran pronto un jarro de agua muy fría cuando se habla de las cuestiones laborales. De esos primeros puestos en cuanto a calidad de vida, felicidad personal, ocio y hospitalidad, España baja a la otra parte del cuadro en lo referente al trabajo. Concretamente, al puesto 56 de 61, con solo cinco países en que la situación laboral está peor valorada y, no sorprendentemente, tres de ellos del sur de Europa: Italia, Portugal y Grecia, que cierra la clasificación.

No podía ser menos en un país con una tasa de paro (especialmente el juvenil) y una destrucción de empleo alarmantes en los últimos seis años, una mínima y menguante inversión I+D+i y una reforma laboral que no ha logrado hacer frente a los grandes problemas laborales del país.

Tanto en la trayectoria profesional como en la seguridad laboral, España está en los últimos puestos de la tabla y solo remonta en lo que se refiere al equilibrio entre trabajo y vida personal, donde estamos situados en la mitad.

Tampoco en la economía familiar sale España bien parada. Reconocen los expatriados que los salarios en España apenas llegan para costearse los gastos mensuales.

Desde los ojos de los expatriados, España todavía está muy lejos de ser un paraíso en el que vivir.