Condenan a una alcaldesa a pagar 900 euros por amenazas a una pareja homosexual

EFE

SOCIEDAD

Los hechos se produjeron el pasado 14 de abril en la vivienda de un matrimonio gay al que fueron a increpar

04 dic 2014 . Actualizado a las 18:55 h.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Piedrahíta (Ávila) ha condenado a la alcaldesa de San Bartolomé de Béjar (Ávila), Montserrat Hernández, a pagar 900 euros de multa a una pareja homosexual que la denunció por amenazas e injurias.

Además, la regidora también deberá abonar otros 900 euros a la arrendataria del Bar Municipal por tres faltas de coacciones, según la sentencia a la que ha tenido acceso Efe y que también condena a otra persona a abonar 450 euros a las dos personas del mismo sexo por una falta de amenazas y otra de coacciones.

Los hechos se produjeron el pasado 14 de abril en la vivienda de un matrimonio homosexual, cuando el condenado «irrumpió» en la vivienda «sujetando en una mano una copa de vino y alzando la otra se dirigió» a la pareja con expresiones como: «A mí no me hagas una foto que te parto la cabeza».

Según los hechos probados, en la puerta de la vivienda se encontraba Montserrat Hernández, que se dirigió a los denunciantes diciendo: «Ya me he metido en un follón con Ana, ahora voy a por vosotros, maricones de mierda (...) os vais a enterar, mariconazos».

En los fundamentos de derecho, la juez constata que en la prueba practicada existen «versiones contradictorias» entre los denunciantes, que se encontraban acompañados por la madre de uno de ellos y por un amigo, y los denunciados.

No obstante, señala que tanto la alcaldesa de este municipio de 50 habitantes, situado a 100 kilómetros al suroeste de Ávila, como el otro denunciado, «reconocen que el día de los hechos se acercaron al domicilio de los denunciantes en compañía de más personas».

Su intención era la de «recriminarles que les hubieran sacado una foto, pero sin llegar a entrar en el mismo y sin proferir las expresiones denunciadas».

Sin embargo, la juez considera que la declaración de las víctimas-denunciantes y sus acompañantes resultan verosímiles, coherentes y coincidentes, y en el caso de los denunciados cree que «incurren en contradicciones entre ellos».