El párroco de Épila denuncia por calumnias al diácono que le acusa de acoso

Europa Press

SOCIEDAD

El Arzobispado de Zaragoza admite que pagó 60.000 euros de indemnización al joven, que renunció al sacerdocio

27 nov 2014 . Actualizado a las 21:37 h.

El párroco de la Iglesia de Nuestra Señora la Mayor de Épila, Miguel Ángel Barco, ha denunciado por calumnias al diácono que trasladó al Arzobispado de Zaragoza quejas por supuesto acoso sexual y que ha siso indemnizado con 60.000 euros por no ser ordenado sacerdote. Miguel Ángel Barco ha negado las afirmaciones del diácono y ha manifestado, según publica este jueves la prensa regional, que se deben a un «deseo de venganza» ya que él informó de que no consideraba conveniente que fuera ordenado sacerdote. El diácono, por su parte, no ha presentado denuncia alguna.

La renuncia del Arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, que fue aceptada por el Papa el pasado 12 de noviembre, podría estar relacionada con la indemnización a un diácono. Ureña autorizó el pago de una indemnización de 60.000 euros a un joven diácono de Épila, al que había decidido no ordenar sacerdote, para que pudiera rehacer su vida y cursar estudios universitarios. Además, el Arzobispo se comprometió a abonar la parte que correspondía a Hacienda, 45.000 euros. La indemnización se hizo el 6 de noviembre a través de transferencia bancaria.

Desde el propio Arzobispado se cuestionó la forma y los motivos de la elevada indemnización y se trasladó el asunto a la Santa Sede. Pocos días después, el pasado 12 de noviembre, el Papa Francisco aceptó la renuncia de monseñor Ureña, en conformidad con el artículo 401.2 del código de Derecho Canónico, según informó el Vaticano a través de un comunicado de prensa. Dicho artículo dice textualmente: «Se ruega encarecidamente al Obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo». Ureña manifestó en una rueda de prensa que su marcha obedecía a motivos de salud.

El Arzobispado de Zaragoza ha confirmado el pago a través de la nómina de noviembre al diácono Daniel Peruga, que solicitó «por propia voluntad» mediante una instancia dirigida al papa la pérdida del estado clerical y la dispensa de la obligación del celibato. El Arzobispado, que no aclara en la nota las razones por las que se le pagaron estos 60.000 euros, ha insistido en que el papa Francisco aceptó la renuncia de Manuel Urueña, al frente de esta diócesis, por motivos de salud. En la nota, las mismas fuentes han explicado que este diácono inició su vinculación con la archidiócesis de Zaragoza durante el curso 2006-2007, al ser admitido como seminarista y que solicitó su baja a principios de noviembre «por propia voluntad».

Sobre la existencia una supuesta relación de acoso entre el párroco de Épila, Miguel Ángel Barco, y el diácono, Daniel Peruga Martí, como publican los medios de comunicación, el Arzobispado de Zaragoza ha anunciado que ha iniciado las investigaciones necesarias para el esclarecimiento de estos supuestos hechos y de la determinación de las responsabilidades a las que hubiera lugar. Por último, el Arzobispado ha afirmado que lamenta «profundamente» y comparte «el malestar que pueda producirse en la comunidad diocesana» y ha anunciado que siguen «trabajando para que la verdad sea conocida y comunicada».

Los vecinos piden al Arzobispado que retire al cura

La Asociación de Vecinos de Épila ha solicitado al Arzobispado de Zaragoza que retire de manera cautelar al párroco del municipio dada la «alarma social existente en estos momentos» en la localidad zaragozana por el supuesto acoso por parte del sacerdote a un diácono al que el Arzobispado ha indemnizado con 60.000 euros tras decidir que no iba a ser ordenado.

En declaraciones a Europa Press, el presidente de la asociación de vecinos, José María Simón, ha explicado que los vecinos «están muy cabreados» e, incluso, hay quien «está diciendo que no llevará a sus hijos a catequesis». Simón ha afirmado que «no esperábamos» que sucediera algo así y ha comentado que «no conozco a ninguno de los dos», ni al párroco ni al diácono, «pero algo hay si han fulminado al arzobispo por esto», ha comentado en referencia a la renuncia del arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña.

La asociación de vecinos ha enviado ya un correo electrónico al Arzobispado y «mañana llevaremos la carta para que quede constancia de que la llevamos». Si no reciben contestación este viernes o sábado «habrá que hacer alguna acción porque la cosa está caliente» entre los vecinos.

El Arzobispado ha emitido este jueves un comunicado en el que indica que, con fecha 12 de noviembre, el Papa Francisco aceptó la renuncia que presentó Ureña por motivos de salud, según manifestó el propio monseñor en una rueda de prensa celebrada ese mismo día.

Asimismo, el Arzobispado ha asegurado que «confirma» y «puede justificar» el pago extraordinario de la cantidad de 60.000 euros netos al diácono.

En su carta al Arzobispado, los vecinos subrayan que «las acusaciones al párroco son graves y esto está creando una gran alarma social en el pueblo, por lo que creemos que la solución para calmar los ánimos sería ésta -su retirada de manera cautelar-».

«No dudamos de que están llevando a cabo las averiguaciones que correspondan, pero sería recomendable que aceptaran nuestra petición, al ser lo más rápido y efectivo. Esperamos que su respuesta a nuestra petición sea rápida, ya que el asunto lo merece, hay mucha gente preocupada e indignada con esta situación», han apuntado. En este mismo sentido, han indicado que «ahora mismo hay mucha inseguridad e indignación» entre los vecinos «y creemos que sería bueno que atendieran nuestra petición», han recalcado, para realizar «un llamamiento a la calma a todos los vecinos de Épila y que dejemos actuar a las autoridades eclesiásticas y civiles».