La misteriosa reválida de tercero

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Padres y docentes están desconcertados con la evaluación de primaria, una de las medidas estrella de la Lomce para este curso y de la que nada se sabe

03 nov 2014 . Actualizado a las 08:28 h.

Los alumnos de tercero de primaria deberán someterse a final de curso a una evaluación individual, ajena al centro escolar y que asumirá la Consellería de Educación. Las reválidas diseminadas a lo largo del sistema de enseñanza son una de las medidas estrella de la Lomce, aunque este curso solo se pondrá en marcha la de tercero. Pero con el primer trimestre ya muy avanzado, ni los docentes ni los padres saben aún cuándo ni cómo será; quién la realizará, en qué idioma, qué entrará en el examen y qué consecuencias tendrá para los alumnos que no lo superen. Las únicas pistas por ahora hablan de habilidades que sí se van a evaluar: expresión y comprensión oral y escrita, cálculo y resolución de problemas. Sin mayor precisión.

«La verdad es que a estas alturas no tenemos ni idea de cómo va a ser», pondera Emilio Veiga, que preside la Asociación de Directores de Centros Públicos de A Coruña. El decreto de primaria, publicado en el DOG el 9 de septiembre, especifica sobre la reválida que «los centros docentes realizarán una evaluación individualizada a todos los alumnos y alumnas al finalizar el tercer curso de educación primaria, según disponga la Consellería». Pero falta un paso más, una orden de evaluación que desarrolle ese punto del decreto y detalle cómo va a ser el examen.

Depende del Ministerio

En la Consellería de Educación aseguran que «es el Ministerio el que tiene que concretar cómo será la evaluación, mediante una orden que la desarrolle. Pero hasta que lo haga no podemos decir mucho más porque carecemos de datos». Y en el Ministerio de Educación asumen la responsabilidad, pero dan largas: «El tema está en estudio y de momento no sabemos cuándo va a salir».

Mientras tanto, los padres releen con inquietud y cierta perplejidad este párrafo del decreto de primaria que refiere las consecuencias de un suspenso en la reválida de tercero: «De resultar desfavorable esta evaluación, el equipo docente deberá adoptar las medidas ordinarias o extraordinarias más adecuadas. Estas medidas se fijarán en planes de mejora de resultados colectivos o individuales que permitan solventar las dificultades, en colaboración con las familias y mediante recursos de apoyo educativo».

Como quiera que la prueba está pensada para final de curso, ¿cuándo deberían colaborar las familias con ese plan de apoyo al niño que no aprueba? «Quizais no verán», ironiza Fernando Lacaci, vicepresidente de la Confederación de Anpa Galegas. Y si la solución quedase para cuarto, ¿para qué se evalúa entonces en tercero?, cuestionan los padres. «Todo isto é posible -continúa Lacaci- porque temos un Goberno que se empeñou en poñer data de entrada en vigor a unha lei que realmente non existe. É como o da publicación do currículo un día antes do comezo do curso».

En su opinión, la reválida no se hará finalmente o será «un paripé, porque levamos un mes e medio de clases e non sabemos nada. E coas eleccións en maio, penso que tampouco o imos saber a final de curso».

María José Mancilla, presidenta de Concapa Galicia, supone que el trabajo de las familias y los docentes con los niños suspensos se haría «al curso siguiente, ya en cuarto», no durante el verano. Además, si bien admite que nada se sabe de momento, sospecha que la reválida está pensada más bien para orientar al profesorado, aunque «si se trata de detectar alumnos con dificultades, un maestro ya conoce las carencias de todos ellos en el primer trimestre», sin necesidad de evaluaciones específicas. «Como profesora y como madre -puntualiza Mancilla-, creo que lo más importante es que no debemos agobiar a los niños con esta prueba final».