Una carretera de 4.550 kilómetros, la E70, une A Coruña con Poti, ciudad costera de Georgia
26 oct 2014 . Actualizado a las 04:00 h.Las vías locales, provinciales, autonómicas y estatales poseen denominaciones y van numeradas para una mejor organización. La trillada A9, autopista de peaje rebautizada como AP9, espina dorsal de la comunidad, y las dos autovías principales -la del Noroeste o A6 y la de las Rías Baixas o A52- son las más conocidas.
Pero las hay de una categoría superior: la europea. Las rutas internacionales del viejo continente se cuentan por docenas y conforman una red de comunicación transnacional. Y en Galicia hay una de este tipo que, sorprendentemente, tiene su arranque aquí -o su destino, según se mire-, y que pasa desapercibida para la mayoría, excepto quizá para los camioneros. Cuando un viajero interpreta de modo rutinario la información que le ofrecen las señales de tráfico y ve escrito en verde E70 desconoce a qué se refiere. Más letras y dígitos que digerir, llega a pensar. Ignora de qué nudo viario se trata. A Coruña es el kilómetro 0 o el 4.550 de una de las grandes vías que atraviesan Europa de este a oeste. Es la E70, encargada de comunicar el fin del mundo occidental, su Finisterre, con las montañas del Cáucaso, ahí donde Europa se debate entre llamarse o no Asia. Una vía de comunicación que ha sido trazada copiando itinerarios clásicos de la Antigüedad y que ahora une Galicia con Georgia, un montañoso país entre dos mares, el Negro y el Caspio, y en cuya cristianísima bandera se ha impreso la cruz de san Jorge.
Poco más que Narón
La carretera parte de Poti, una ciudad 50.000 habitantes (un poco mayor que Narón) y regida por un clima subtropical. Cuenta con un puerto activo y muestra orgullosa un pasado muy ligado a la expansión de la Grecia clásica en este territorio, conocido en esos tiempos como la Cólquida. La ciudad georgiana fue, según la leyenda, el lugar en el que Jasón y los Argonautas se hicieron con el mítico vellocino de oro, recuerdo que la urbe lo ha trasladado a su heráldica.
Poti guarda restos arqueológicos y en sus barrios aún vive una pequeña población de origen griego. La conexión entre los mitos clásicos: el Hércules coruñés, con el gigante Gerión incluido, y las andanzas de los héroes helenos que buscan el vellocino de oro. Quizá haya sido esta la excusa para unir por carretera dos poblaciones tan distantes aunque con viejas leyendas arraigadas en el acervo popular.
Centrándonos en el mapa, y a lo largo de poco más de 4.500 kilómetros de asfalto, la E70 atraviesa Georgia desde Poti en dirección sur y se introduce bordeando la costa de Turquía hasta Trebisonda. Aquí, la E70 desaparece bajo las aguas del mar Negro, por lo que hay que utilizar un ferry. Sin embargo, existe la alternativa de no apearse del vehículo y continuar por tierras turcas vía Estambul. Si se opta por embarcar la vía reaparecerá en Varna (Bulgaria), para continuar unos cientos de kilómetros hasta su entrada en Rumanía, pasando por la capital Bucarest y la turística ciudad de Timisoara.
La vía europea cruza la frontera serbia y circunvala Belgrado para encañonar hacia Zagreb, capital croata. Allí, asciende para pisar suelo esloveno y luego descender a Trieste, ya en tierras italianas bañadas por el Mediterráneo. La vía discurre cerca de Venecia para proseguir por el norte hasta Turín y buscar su entrada en Francia.
De la ciudad gala de Lyon desciende de nuevo la carretera hasta tocar Burdeos. Desde ahí, encara hacia el sureste, cruza la frontera española y enlaza con el trazado de la A8 o autovía del Cantábrico hasta tierras gallegas, donde utiliza la A6 y la AP9 para morir en A Coruña.
En total, más de 4.000 kilómetros a través de diez países. A quien le guste hacer kilómetros y turismo, conocer Europa en coche, bicicleta o a pie, sabe que ahora tiene una nueva ruta y un kilómetro 0 que parte de Galicia. Un itinerario de lujo desconocido que atraviesa un continente.
En Poti, según la leyenda, es donde consiguió Jasón el legendario vellocino de oro