Sechu López: «Non é normal que caia tanta neve nunha zona relativamente baixa»

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Conoce la región nepalí donde esta semana quedaron sepultados decenas de montañeros

17 oct 2014 . Actualizado a las 07:17 h.

La maldición del Annapurna descendió hasta los 5.000 metros. La montaña situada en la cordillera del Himalaya tiene como tarjeta de presentación un índice de mortalidad del 40 %, pero entre los alpinistas que pretenden hacer cumbre. La tormenta de nieve que ha sepultado a decenas de montañeros en una ruta de trekking les sorprendió tres kilómetros más abajo de la cima. Algo inusual, especialmente en esta época del año, según apunta Sechu López, el único gallego que ha alcanzado la cúspide en las cuatro expediciones que a largo de la historia ha enviado Galicia a esa montaña.

«Non é normal que caera tanta cantidade de neve nesta época do ano», apunta el vigués en primer lugar. Sechu no estuvo en los puntos exactos donde fueron sepultados los nueve nepalíes, cuatro canadienses, tres polacos, un israelí, un indio y otro vietnamita, pero conoce la zona después de dos visitas (una de ellas al vecino Manaslu). De hecho, fue por la cara norte del Annapurna por donde logró hacer cumbre. Por eso su radiografía de esa región del Nepal es diáfana. «É unha zona de alta montaña porque o paso de trekking pasa dos 5.000 metros. É de supoñer que se acumularía moita neve nas ladeiras, e a neve ten que caer, antes ou despois vai baixar, aínda que o que xa non é tan normal é que caía tal cantidade nunha zona relativamente baixa».

Aquí aparece una de las causas. La sorpresa de una avalancha en una época perfecta para el senderismo de montaña. «En absoluto é normal este tempo nesta época do ano. Os meses de outubro e novembro son os ideais nesa zona para facer trekking no Annapurna. Parece que neste caso foi algo puntual, coma un ciclón, que pillou á xente en tempada alta», apunta.

La fatídica tormenta también pudo coger a los expedicionarios desprevenidos en cuanto a equipación. «Igual cando saes non prevés unhas condicións tan duras, e se levas días fóra pode pillarte mal equipado». Y la vestimenta es clave en una situación tan extrema para quienes pudieran haber sobrevivido a la avalancha de nieve.

Frente a estos dos aspectos, Sechu descarta una deficiente preparación de los expedicionarios «porque para facer trekking non hai que estar moi preparado, só ter gañas de andar e estar un pouco habituado a facelo, non fai falta moito máis».

Tampoco el suceso puede considerarse un daño colateral de la masificación de este tipo de aventuras. El Annapurna no es ni mucho menos una feria del senderismo, aunque sí un lugar de culto entre los amantes de las caminatas: «O trekking no Annapurna leva moitos anos sendo famoso, é unha das zonas do mundo máis visitadas, porque é moi fermoso. Pero non creo que haxa máis xente do normal».

Entre ellos, son muchos los senderistas de la península ibérica que cada año allí se citan, casi todos bajo la organización de una agencia de viajes -la opción más segura-, pero ninguno se ha visto atrapado por esta tormenta fatal.