La hibernación como posible solución para viajar al espacio profundo

La Voz LA VOZ | EUROPA PRESS

SOCIEDAD

La NASA busca alternativas para ahorrar problemas, espacio y dinero en las misiones para enviar humanos a Marte

17 oct 2014 . Actualizado a las 19:32 h.

Aunque la hibernación puede sonar a ciencia ficción, y lo cierto es que muchas películas han usado esta técnica, junto con la criogenización, para hacer más reales sus múltiples y recurridos viajes al espacio. Se ha visto en 2001: Odisea en el espacio, Alien o Prometheus y parece que será uno de los recursos de Intersetellar, la nueva cinta de Christopher Nolan que llegará en noviembre a las salas de los cines. Sin embargo, como la realidad a veces termina superando a la capacidad inventiva del ser humano, parece que este podría ser un recurso a tener en cuenta por la NASA para sus misiones tripuladas al espacio profundo, sobre todo para la que tienen primera en su lista: la visita al planeta Marte.

Y es que la Agencia Espacial estadounidense considera como gran desafio de estos viajes el tiempo que deben pasar los tripulantes encerrados en una nave hasta llegar a su destino. No solo estaríamos hablando de la cuestión de mantenerlos ocupados y de la necesidad de un amplio espacio personal, y para moverse sin la agobiante sensación de claustrofobia. También hay que tener en cuenta la gran cantidad de reservas de alimentos, agua y aire que se necesitaría para mantener con vida a un equipo durante varios meses o incluso años. Y sin olvidarse de la ansiedad, insomnio y depresión en la que podrían caer estas personas.

Ante estos inconvenientes, la NASA ha estado investigando varias opciones para solucionar este problema, y una de las soluciones que están barajando es la hibernación, según recoge Universe Today. Es decir, poner a la tripulación en un estado inducido de hipotermia y en un sueño profundo, que reduciría las funciones metabólicas de los astronautas con los procedimientos médicos existentes. Así, en lugar de estar despiertos sin hacer nada durante el tiempo que dure el viaje, les permitiría estar en un sueño profundo para que al llegar al destino estar renovados y listos para trabajar. En combinación con una alimentación intravenosa, una tripulación teóricamente podría estar en estas circunstancia durante la duración del tránsito a Marte, que en el mejor de los casos tomaría 180 días, sólo la ida.

Ahorro de dinero

De esta forma, este letargo ahorraría espacio y, por tanto, las naves podrían ser más pequeñas lo que supondría también menos combustible. La mezcla de todos estos beneficios también caminaría hacia otro objetivo primordial: la reducción de costes. Supondría, según los cálculos iniciales, una reducción de cinco veces del volumen presurizado necesario para una tripulación en hibernación y una reducción de tres veces en la cantidad total de masa requerida. Esto significa que la misión pasaría de un peso de 400 toneladas a alrededor de 220.

Aunque la idea suena a algunas películas «made in Hollywood», el plan de la NASA es un poco diferente ya que no se usaría el tradicional tubo para dormir. Su idea es un dispositivo que utilizaría tubos para disparar un líquido refrigerante a nariz y boca. Para investigar esta nueva tecnología, según Universe Today, la agencia se ha asociado con la compañía aeroespacial Spaceworks.

Realidad médica desde 2003

La opción del letargo por hibernación no es algo que la NASA se sacaría de la manga. Esta teoría ha sido reconocida en el campo de la medicina desde la década de los 80, aunque hasta el 2003 no se convirtió en una realidad. Ahora, es un elemento básico para tratar a los paciente de traumatología en cuidados intensivos. Eso sí, actualmente, el máximo tiempo que ha pasado un paciente en este estado no ha sido superior a una semana.

El ingeniero aeroespacial de March Schaaffer, de la firma Spaceworks en Atlanta, explica que simplemente no ha existido la necesidad de inducir la hipotermia durante más de siete días. «No hemos tenido la necesidad de mantener a alguien en ese estado durante más de siete días. Para misiones humanas a Marte, tenemos que pensar a 90 días, o 180 días. Esos son los tiempos de vuelo de la misión de los que estamos hablando», asegura. Habrá que esperar para comprobar si la ficción se convierte en realidad para los viajes espaciales.