El volcán de El Hierro arrojó 300 millones de metros cúbicos de magma

EFE

SOCIEDAD

Gracias a las imágenes térmicas se ha podido estipular la cantidad de coladas de lava y piroclastos durante la erupción submarina entre octubre del 2011 y febrero del 2012

14 oct 2014 . Actualizado a las 20:48 h.

Un método innovador basado en imágenes térmicas de la superficie del mar ha permitido calcular en 300 millones de metros cúbicos la cantidad de magma emitido entre el 18 de octubre del 2011 y el 12 de febrero del 2012 en la erupción volcánica submarina registrada en aguas del sur de El Hierro.

Este cálculo se corresponde con la cantidad de magma -coladas de lava y piroclastos- que había cifrado el Instituto Español de Oceanografía en sus campañas batimétricas, y que había calculado en 329 millones de metros cúbicos, lo que avala la fiabilidad de este método pionero presentado este martes en el Cabildo de Tenerife.

El estudio consiste en la monitorización de la tasa de emisión de magma procedente de erupciones volcánicas submarinas en ambientes someros o relativamente poco profundos con el uso de imágenes térmicas captadas desde helicóptero. En su desarrollo han colaborado el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Instituto Nacional de Geofísica y Volcanología de Italia, la Universidad estadounidense de Ohio, la empresa canaria Bionerics Research y la Unidad de Helicópteros de la Guardia Civil.

Según explicó en rueda de prensa Pedro Antonio Hernández, director de la División de Vigilancia Volcánica del Instituto Volcanológico de Canarias, el proyecto tenía tres objetivos y el primero era monitorizar la actividad volcánica para detectar cambios en la dinámica del proceso eruptivo, y el segundo un seguimiento visual del color y amplitud de la mancha originada en la superficie marina en aguas de La Restinga. Para el estudio se realizaron 21 vuelos y se captaron imágenes térmicas a una altura fija de 305, 460 y 610 metros de altura en función del tamaño de la mancha en la superficie del mar.

Las imágenes fueron tratadas y se estimaron las temperaturas alcanzadas en el mar durante el proceso eruptivo, de lo que se deduce que hubo «un pico claro» a finales de octubre del 2011, cuando se superaron los 30 grados centígrados posiblemente en coincidencia con la situación del cono volcánico a unos 250 metros de profundidad y la emisión de gases con una presión de 25 atmósferas. Ello produjo una actividad tan energética que causó la «megaburbuja» sobre la superficie marina en La Restinga con una altura estimada de unos 25 metros, recordó Pedro Antonio Hernández.