Además, el animal puede ser muy útil para determinar el nivel de peligro que el virus puede suponer en los animales. Y es que actualmente existen muy pocos estudios científicos que analicen de qué manera afecta este virus a los animales de compañía; uno de los últimos, el publicado en el año 2005 por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), sugería que los perros pueden ser portadores del virus sin mostrar síntomas y por ello suponen un riesgo potencial para las personas en las zonas afectadas. No está del todo claro que los perros sean un potencial peligro, ya que otros estudios sugieren que a pesar de ser portadores, estos animales no son un foco de contagio para el ser humano.
En cualquier caso, el estudio del animal que convivió con la infectada de ébola americana servirá a los científicos para comenzar a dar respuesta a algunos de los grandes interrogantes que todavía rodean a un virus que en los últimos días ha generado una verdadera preocupación tanto a la población como a las administraciones de todo el mundo.