Francisco Otero: «El ébola gana la batalla en África y solo la ayuda rápida lo contendrá»

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

SOCIEDAD

La ONG da formación continua al personal, incluidos limpiadores e higienistas

11 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Francisco Otero acaba de llegar de Nigeria. Descansa -21 días, la cuarentena preceptiva para quienes han estado en contacto con el ébola- en su casa de Pontedeume después de liderar en el país africano la última misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) para combatir el brote del mortífero virus que se declaró el 20 de julio. Este gallego de 53 años, enfermero de profesión, insiste en que la extrema agresividad del ébola no deja lugar a la improvisación en su tratamiento «porque un error te cuesta la vida», y hace un llamamiento a la comunidad internacional para que envíe medios a África, donde alerta de que la enfermedad «está ganando la batalla y solo la ayuda rápida la podrá contener».

-Usted acaba de regresar de Nigeria. Cuénteme. ¿Cómo ha sido su experiencia allí?

-Regresé el día 5. Trabajo con MSF desde el 2007 como jefe de misión. Y, efectivamente, la última ha sido en Nigeria, en la respuesta de emergencia al ébola, después de que el gobierno del país pidiera ayuda y asesoría a organismos que llevamos años trabajando con esta enfermedad. MSF lleva desde el 95.

-¿En qué ha consistido su misión?

-Montamos dos centros para el control de la epidemia, que se declaró en el país el 20 de julio, con un caso importado de Liberia, que es uno de los tres países más afectados, junto con Sierra Leona y Guinea Conakry. Trabajamos en dos ciudades: Lagos, la capital, con 20 millones de habitantes, y Port Harcourt. Instalamos dos centros para el control de la epidemia y realizamos toda la formación de todo el personal. En el tratamiento del ébola no hay lugar para la improvisación. El rigor es la única garantía. Por eso los protocolos no se pueden improvisar nunca.

-¿Cómo es la formación que imparten y a quienes? Porque la queja en España ahora es precisamente la falta de formación...

-En primer lugar, hay que destacar que el gobierno nigeriano no dudó en poner a nuestra disposición todos los recursos necesarios y eso ayudó muchísimo a controlar la enfermedad, además de el haber declarado enseguida la epidemia. Respecto a la formación, la impartimos a todo el personal de los centros en los que tratamos la enfermedad y también al de otros hospitales. E incluimos desde los médicos a las enfermeras y todo el personal sanitario, además de los limpiadores y los higienistas. Estos son fundamentales, porque son los que están descontaminando permanentemente con cloro cuando te quitas el traje, que es el momento de mayor riesgo de contagio, el más delicado y peligroso.

-¿Y cuánto dura la formación?

-Es continua. Nunca dejamos de darla mientras estamos trabajando sobre el terreno. Y no solo la parte médica, sino también todas las medidas de seguridad que hay que tomar cuando entras en un centro de ébola. Cómo vestirse, cómo desvestirse, cómo desinfectarse...

-¿Cuántos casos de ébola han tratado en este brote?

-Hemos tenido 20 casos de ébola y ocho fallecidos.

-¿Y han tenido algún contagio entre el personal sanitario?

-Gracias a todas las medidas que se han puesto, no, ninguno. Desde que los enfermos entraron en los centros no se produjo ningún contagio.

-¿Qué mensaje enviaría usted? Porque parece que Occidente comienza ahora a ser consciente de la magnitud del problema...

-Cierto. El mensaje clave es que el problema está en África. El ébola está ganando la batalla y el resto de países tienen que enviar cuanto antes todos los medios posibles para contener la enfermedad. De otro modo será imposible, sobre todo en los tres países más afectados.