Teresa Romero se encuentra «estable dentro de la gravedad»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

SOCIEDAD

Javier Limón, marido de Teresa Romero, en la ventana de la habitación del hospital donde está ingresado
Javier Limón, marido de Teresa Romero, en la ventana de la habitación del hospital donde está ingresado BENITO ORDÓÑEZ

Ayer por la noche los médicos aseguraban que su salud «había empeorado» y que su estado era «crítico». El resto de ingresados siguen sin presentar ningún síntoma. SIGUE AQUÍ TODA LA INFORMACIÓN

10 oct 2014 . Actualizado a las 15:46 h.

Mientras arrecia la polémica por el cúmulo de errores y la caótica gestión de la crisis, el estado de salud de la auxiliar de enfermería gallega Teresa Romero, contagiada por el virus del ébola, empeoró ayer tras sufrir un fallo respiratorio. Su situación es «grave» y se teme por su vida, aunque en las últimas horas parece que su estado es estable dentro de la gravedad, tal y como ha asegurado el hospital Carlos III a Europa Press. La subdirectora del hospital de La Paz-Carlos III, Yolanda Fuentes, confirmó que la «situación clínica» de la paciente había «empeorado» en las últimas horas de ayer, sin dar más detalles, debido, según dijo, a que la propia Teresa le había «prohibido expresamente dar más información», y precisó que «no está intubada». Fuentes del hospital añadieron luego que se iba a proceder a cambiarle el tratamiento que había recibido hasta ahora mediante suero de una religiosa que superó el ébola

Pero, una jornada más, la información oficial ofrecida por las autoridades sanitarias fue inmediatamente cuestionada. La secretaria general del Sindicato de Técnicos de Enfermería, Elvira González, ofreció una rueda de prensa a las puertas del centro hospitalario y aseguró que la paciente se encuentra intubada y está «en grave peligro» por un fallo multiorgánico, algo que fue desmentido por el hospital.

El número de personas ingresadas en el Carlos III aumentó hasta un total de catorce. Además del caso confirmado existe otro en investigación, una enfermera pendiente de la segunda prueba PCR sobre contagio del virus cuando se cumplan las 72 horas, que ha dado negativo en la primera y que está asintomática. Por la noche se produjo el ingreso de 7 personas y el alta de otra permaneciendo en la planta de vigilancia activa de contactos de alto riesgo tres personas: el marido de la enfermera, un varón y una mujer, ambos facultativos. Todos ellos asintomáticos.

Durante la mañana había ha ingresado un facultativo de Alcorcón (asintomático), por la tarde un facultativo del SUMMA (asintomático) y esta noche 5 mujeres y dos varones más. Se trata de dos enfermeras, un facultativo, un enfermero supervisor y dos peluqueras, todos ellos asintomáticos. El alta corresponde a un enfermero de equipo cuya prueba PCR ha sido negativa

Tres plantas desalojadas

Los ingresados están clasificados en función de su riesgo y en plantas diferentes. En la sexta, dedicada a «casos confirmados y en investigación», se encuentran Teresa Romero y una enfermera del equipo que atendió al religioso fallecido. Este último se considera «caso en investigación».

En la planta quinta, de «vigilancia activa de contactos de alto riesgo», están el marido de Teresa Romero, Javier Limón, que se encuentra asintomático; la medico que atendió a Teresa en el centro de salud de Alcorcón, también asintomática; Juan Parra, el doctor que la trató en el Hospital de Alcorcón antes de que se le detectara el virus, el otro médico de ese centro y el doctor que la visitó en su domicilio.

Al margen, más de cincuenta personas que tuvieron contacto no tan cercano con Teresa en los últimos días permanecen en observación en sus domicilios, con las instrucciones de tomarse la temperatura dos veces al día y comunicar cualquier incidencia.

Las autoridades sanitarias prevén un aumento del número de personas que deberán ser aisladas en los próximos días por haber tenido contacto con Teresa Romero o con algunos de los que ya se encuentran ingresados. Por ello, han decidido vaciar la cuarta planta del hospital Carlos III. Los enfermos que permanecían en este nivel serán derivados al hospital Cantoblanco, situado en las inmediaciones de la Universidad Autónoma de Madrid. Hasta ayer, solo permanecía vacía la quinta planta ante la previsión de nuevos ingresos de personas sospechosas de poder haber sido contagiadas.

Caos informativo

Si la gestión de la crisis del ébola está plagada de errores, fallos y negligencias, la gestión informativa es directamente caótica. A la falta de comparecencias periódicas de la ministra de Sanidad, Ana Mato, se une la falta de organización entre los encargados de facilitar la información oficial sobre las causas del contagio y el estado de Teresa Ramos. El doctor Germán Ramírez dio la crucial información sobre el supuesto error cometido por Teresa en un corrillo improvisado con periodistas y la subdirectora del hospital informó sobre su estado en un aparcamiento.