«Está ben que regulen o das feiras, pero entendo á muller que vén con verdura»

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Algunos puestos dudan de que el nuevo decreto llegue a tener un efecto real

02 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Día 1 de octubre. Feria en Arbo, Allariz, As Pontes, Baralla, Folgoso do Caurel, Moaña, Monterroso, Pobra de Trives, Pontevedra, O Porriño, Viveiro, Samos, Santa Comba y Betanzos. En esa última ciudad los puestos de verdura y fruta comprada en el mercado central coruñés se mezclan con algún otro de producción ecológica y con decenas de pequeños productores que venden los excedentes. Es otoño. Hay patatas, nabizas (para el grelo hay todavía que esperar), habas, huevos, miel, manzanas... No hay puesto en Betanzos que no sepa que la Xunta va a regular a partir del día 20 el comercio directo al consumidor desde la granja de hortalizas o huevos obligándole, entre otras cosas, a etiquetar los productos que lleven a los mercados.

«Comentouno unha esta mañá. Di que viña no xornal, ¿pero non terán que vir explicarnos o que hai que facer agora?», cuenta una de esas mujeres que toda la vida lleva acudiendo a la feria para ofrecer lo que produce en su casa directamente al consumidor. No pierde un minuto. Habla y desgrana habas junto a otra mujer más mayor. «Estabamos ben como estabamos porque os que cobramos xa non poderemos vir ¿ou non?», apostilla también. Y una mira a la otra y concluyen: «Non vai cambiar nada».

Un poco más adelante una chica atiende otro establecimiento donde ofrece calabaza, manzanas, nabizas, castañas... Su opinión es diferente. «En parte paréceme ben que o regulen porque hai moita competencia desleal. Porque estamos os que temos todo legal e logo hai os que non pagan autónomos nin cotizan. Pero tamén entendo ás mulleres que veñen con algunha cousa pequena e o que gañan válelles para completar a axuda de xubilación. É complicado o equilibrio», dice. Y abre otro debate: ¿Qué pasaría en caso de que esos pequeños agricultores que llevan toda la vida viniendo a las ferias, muchos ahora ya jubilados, no vinieran nunca más? ¿Abocaría eso a la muerte de las ferias? La razón: los puestos ecológicos son muy pocos.

Porque el objetivo de este tipo de mercados es la comercialización de los productos del campo que hay en la zona. Pero eso ha ido cambiando con los años. Basta observar el género para comprobar quién es el que trae las cosas de casa y quién resulta un intermediario. Uno de estos últimos también aplaude la norma y dice que lo que ocurre es que al no pagar impuestos alguno pueden ofrecer precios más bajos. «El problema es de tarifas porque los que lo traen de casa y no pagan nada no ofrecen al mismo precio que el que tiene que abonar el seguro de autónomos», dice. De momento parece que la noticia del nuevo decreto que les obligará también a los productores a inscribirse en un registro está calando. Ya quedan solo 18 días para que entre en vigor.