El papa considera que el abandono de los ancianos en residencias es «una eutanasia disimulada»

Europa Press

SOCIEDAD

TONY GENTILE | Reuters

Francisco ha denunciado los geriátricos «donde los ancianos viven olvidados o maltratados»

28 sep 2014 . Actualizado a las 22:26 h.

El Papa ha denunciado las residencias de la tercera edad «donde los ancianos viven olvidados o maltratados» y en las que se practica la «eutanasia escondida» ante más de 10.0000 ancianos reunidos en Plaza de San Pedro, provenientes de más de 20 países del mundo, durante la I Jornada Internacional dedicada a la Tercera Edad que organiza el Pontificio Consejo de la Familia.

En esta línea, ha arremetido contra «la venenosa cultura del descarte» que pone en el centro al «Dios dinero» y ha lamentado la realidad «del abandono de los ancianos» que ha comparado con la «eutanasia escondida». Así ha explicado que las residencias de ancianos tienen que ser «pulmones de humanidad» y «santuarios», no «prisiones» de ancianos «olvidados».

Durante el encuentro en Plaza de San Pedro que ha sido amenizado por el cantante italiano Andrea Bocelli, Francisco ha dado las gracias a Benedicto XVI por participar en la primera parte de este encuentro dedicado a los ancianos y ha expresado que vivir con él en el Vaticano es como «tener el abuelo sabio en casa». Francisco ha abrazado con cariño a Benedicto XVI, al final de la primera parte del encuentro en el que han participado ancianos de todas las partes del mundo, incluido un matrimonio iraquí, casados desde hace 51 años, que han huido de los milicianos del Estado Islámico.

Por otro lado, el pontífice ha advertido de que «un pueblo que no custodia a los abuelos, es un pueblo sin futuro porque pierde la memoria y arranca sus propias raíces». Por eso ha llamado a los ancianos a «tener vivas estas raíces» al tiempo que ha valorado la labor de la tercera edad en sociedades como la de Albania, ya que durante el régimen comunista fueron clave para la «trasmisión de la fe» de generación en generación.

«Una de las cosas más bellas de la vida en familia es acariciar a los niños y dejarse acariciar por los abuelos», ha expresado.

En este sentido, ha llamado a «construir con paciencia una sociedad más inclusiva», una sociedad que mida su paso en estas personas.