Ribadavia da un salto en el tiempo

SOCIEDAD

La Festa da Istoria llevó a más de 35.000 personas a las calles de la localidad

31 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuando el gran desfile de la Festa da Istoria en Ribadavia emboca la avenida principal, al filo del mediodía, ya hace mucho que la capital de O Ribeiro es un hervidero de gente paseando entre calles engalanadas con pendones y estandartes. Muchos, como Marta y Jacobo, llegan perfectamente pertrechados para la ocasión -él de soldado, ella de campesina- y contribuyen al espejismo del salto en el tiempo. Son de Santiago. «Nos encanta. No es como otras, te sientes realmente transportada», apunta ella. «Es una pena que algunos piensen que esto es una fiesta de disfraces», apostilla Jacobo, señalando a una pandilla con atuendos absolutamente indefinibles en los que se mezclan túnicas griegas y gorras de béisbol con la visera hacia atrás. Son las dos caras de una recreación medieval multitudinaria. Ayer los cálculos volvían a superar los 35.000 visitantes. Medio centenar de actividades ponen a prueba el aguante del más festeiro de los mortales: exhibiciones de baile, arqueros, tiro con ballesta, cetrería, carrera de pipotes, torneo a caballo, ajedrez gigante, teatro, la boda judía... Un no parar. Al paso de la comitiva muchos se fijan en que un señor a caballo es el mismo que aparece en los billetes del maravedí que acaban de cambiar en el banco Alhóndiga. Cada año se elige un motivo: una actividad o un personaje. Y esta vez le tocó a Lalo Touza, comerciante ribadaviense que representa el papel del heraldo real, encargado de leer el bando oficial de la fiesta. Es uno más de los cientos de vecinos que hacen posible esta magna escenificación.