Luego se aplicó el tratamiento con las dos sustancias y la situación cambió de forma radical. «Pudimos demostrar -apunta Pan-Montojo- que estas sustancias son capaces de evitar en su totalidad la muerte de neuronas que eran tratadas con Paraquat». Es más, la acción de estos dos componentes no solo protege a las células sino que es capaz de reparar el daño al que habían sido sometidas y revertir la mortalidad. «Este descubrimiento abre la posibilidad de que se desarrollen tratamientos que prevengan la aparición de la enfermedad y que nos protejan frente a toxinas medioambientales».
La investigación, sin embargo, aún es preliminar. Todavía queda por probar estos resultados en modelos animales y encontrar el mecanismo que lo hace posible. «Sabemos que pasa, pero aún no sabemos por qué», explica Francisco Pan-Montojo, quien como médico también advierte que aunque el ácido D-Láctico, presente en yogures, puede ser bueno para prevenir el párkinson tampoco conviene abusar en exceso. «Hay que hacer ensayos clínicos para ver si nuestra investigación funciona en pacientes», subraya.