Marineros de agua dulce

SOCIEDAD

¿Se puede navegar a vela en una provincia sin mar? En Galicia, sí

13 ago 2014 . Actualizado a las 17:53 h.

Thais, una jovencita de Ribadavia de 13 años («Casi catorce, eh») e Irene, una madrileña de 14, acondicionan su barco clase L?Equipe y se lanzan al agua saliendo rápidamente impulsadas por la brisa. En pocos minutos no son más que un triángulo blanco en la distancia. La imagen no tendría nada de especial de no estar como estamos a ochenta kilómetros del mar. Porque Thais y Elisa están navegando sobre las aguas del Miño embalsadas en Castrelo, un pequeño oasis para los deportes náuticos en la única provincia gallega que no tiene costa.

La vela de las dos jovencitas no es la única que se ve. Hay media docena de windsurfistas y varios barquitos de la clase Optimist que surcan el embalse, el único de Galicia donde existe una actividad náutica regular y regulada. «Pola mañá esto é un espello», explica Ivonne Quinteiros, una de las responsables del club. «Pero pola tarde, ata nos días máis calurosos, baixa unha corrente térmica coa que sempre é posible navegar a vela». Así que las mañanas se destinan a la práctica del remo y las tardes, a la vela. Y casi no hay peligro porque toda la zona navegable se domina de un vistazo desde el enotorno del club. De hecho, es como si el embalse hubiera sido construido teniendo en cuenta más las características de los deportes náuticos que el aprovechamiento hidroeléctrico.

El club está funcionando desde 1992 y, a base de cursos y competiciones, ha conseguido constituir una población de lobos marinos en un pueblo de interior: «En Castrelo, se colles a poboación de entre 15 e 25 anos, seguro que é máis numerosa a xente que sabe navegar que a que non sabe», aventura Ivonne. Y seguro que acierta, porque son ya muchos años haciendo cursillos de navegación en invierno y en verano, aparte de las competiciones que han traído para Castrelo no pocos títulos. Incluso una campeona de España absoluta de remo: Ana Yuchenko.