La familia del aventurero

M.ª del Pilar Parcero Rey

SOCIEDAD

11 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Gloria siempre vivió a lo grande. Supo arrimarse a quienes daban buena sombra desde joven. Ahora, con los cuarenta pasados y los cincuenta cercanos, enseñaba a su hija a ganarse la vida sin mucho esfuerzo.

-Mira, nena -le decía-, vamos al outlet, compramos unos cuantos trapos baratos y los vendemos en la boutique.

-No sé, mamá. Igual no hay nada que valga la pena.

-Tú déjame a mí.

Regresaron del outlet con cuatro bolsas llenas de ropa de verano. Gloria lavó y planchó cada prenda.

-Hoy traes aquí a tus amigas.

Su hija asintió. Sus amigas eran las compañeras del colegio privado que pagaba su madre. Pensaban que Glorita era hija de un aventurero.

-Mi padre está en Groenlandia con una expedición. Se desplazan en trineos tirados por cometas.

Sus amigas la miraban asombradas. Glorita les enseñaba unas fotos de un hombre vestido con ropa de esquiar. Las fotografías eran de un anónimo esquiador en una estación de esquí de Suiza sacadas de una web de viajes del país helvético.

Cuando más impresionadas estaban sus compañeras de clase, aparecía su madre con una bandeja de pastas y el té moruno.

-¿Os apetece un té, queridas? Yo no puedo pasar sin mi té moruno.

Ellas aceptaban. Gloria les hablaba de su vida en Tánger.

-Todavía no estaba casada con este aventurero -señalaba las fotografías-. Era fotógrafa.

La historia de siempre. Glorita suspiraba cansada. Después les hablaría a sus amigas de la nueva colección de la boutique. Sus amigas seguro que volverían a comprar los vestidos. Glorita reprimió una risa. Las pijas del colegio se iban a vestir con los saldos de unos conocidos grandes almacenes.

M.ª del Pilar Parcero Rey (A Coruña) es poeta.