Seguridad Vial apuesta por limitar de fábrica la velocidad de los coches

Europa Press MADRID

SOCIEDAD

El coordinador del departamento considera incoherente la diferencia entre la limitación legal para circular y las posibilidades del automóvil y recuerda que el 25 % de los accidentes son provocados por esta razón

08 ago 2014 . Actualizado a las 21:49 h.

El coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, ha abogado este viernes por limitar la velocidad de los automóviles en origen, es decir, en la fábrica, lo que «requiere un acuerdo de los países de la Unión Europea (UE)».

En una entrevista concedida a RNE, Vargas considera «muy razonable» imponer una limitación porque tendría «repercusión» en la seguridad vial y ha añadido que «la cuestión es determinarla, más que cuantificarla». «Ya determinarla sería un paso muy importante y después se podría bajar», ha remachado.

Para el coordinador de Seguridad Vial, existe una «cierta incoherencia» respecto al mensaje que reciben los conductores de la Unión Europea pues hay vías con una limitación de 120 kilómetros por hora (km/h), mientras la fábrica posibilita una velocidad máxima que puede alcanzar los 280 km/h.

En relación con la polémica abierta sobre la posibilidad de aumentar la velocidad a 130 km/h en algunos tramos de carretera, Vargas ha asegurado que «sea cual sea el resultado final» del debate lo respetará, pero ha recordado que «hay que tener en cuenta» que el exceso de velocidad está detrás del 25 por ciento de los accidentes de tráfico que se producen en la Unión Europea. «Los conductores deben tener un mensaje unívoco y muy claro de que el vehículo no es para correr», ha aseverado.

Asimismo, se ha referido a la importancia de las multas o sanciones ante las infracciones de tráfico y ha explicado que, desde su punto de vista, «no se trata solo de multar» sino del «tratamiento de la educación».

«Las multas son una llamada de atención educativa para el ciudadano y, generalmente, producen un efecto de conciencia, de respuesta», ha afirmado, al tiempo que ha defendido que además «previenen resultados más graves» y que una sanción «proporcionada» tiene un «gran valor pedagógico y de evitar riesgos y peligros mayores».

En este sentido, opina que la legislación penal es la adecuada y ha manifestado que «no se trata de elevar las penas». «La cuestión está en la eficacia», ha concretado, para después agregar que lo importante es que la pena se aplique a «todos» los que incumplen la ley para ganar en «seguridad», dirección en la que trabaja la Fiscalía, según ha dicho.

Diferenciar el accidente del delito

Además, Vargas ha hecho hincapié en la necesidad de diferenciar entre accidente y delito porque «no es igual» y ha indicado que delito significa que existe «una grave imprudencia» que conlleva un atentado contra la vida o la integridad física. Así, ha dicho que la palabra accidente es «engañosa» y que atribuir todas las muertes en la carretera a ella «iría hacia lo inevitable».

A su juicio, la educación es imprescindible para recudir la siniestralidad en la carretera, por lo que cree que hay que potenciar la «educación en los colegios». «En la carretera, como en todo lo importante y lo útil, es básica la atención, es el deber jurídico de exclusiva atención y concentración en la conducción», ha defendido, porque «al final es muy positivo para las personas» ya que dejan de pensar en los «problemas» e «inquietudes». «Ganamos en seguridad y ganamos, incluso, personalmente», ha añadido.

Finalmente, en relación con los vehículos sin conductor, ha dicho que «todavía es un futurible», pero que espera poder verlos ya que están diseñados para «sacar vehículos de la ciudad», es decir, «recuperar la ciudad».