La mejor información turística, en Santiago; la peor, en Vigo

SOCIEDAD

Doscientas oficinas repartidas por toda Galicia ayudan a enriquecer la visita

08 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Esa costa que se ve desde la torre de Hércules ¿ya es Francia?». «Se puede ver dónde se hundió el Prestige?». «¿Dónde se coge el tren para las Cíes?». Estas preguntas, formuladas por visitantes despistados, demuestran que no todo el mundo disfruta de las tecnologías de la comunicación y que sigue siendo necesario informar al turista cara a cara.

Galicia cuenta con una tupida red de información. Turgalicia, el organismo de la Xunta responsable de este sector, contabiliza 189 oficinas repartidas por todo el territorio, incluidas las suyas, las municipales y los centros de interpretación (no están todos los que son) de los distintos lugares naturales, históricos o arqueológicos sujetos a protección y dignos de visita.

Las ciudades son los principales focos de llegada y distribución. En ellas, la información turística tiene sus más y sus menos. Las estaciones de autobuses y de trenes han renunciado a dar ese servicio. Y los aeropuertos, casi. La ciudad mejor dotada, como corresponde a su atracción universal, es Santiago. En la rúa do Vilar, están el punto de información de la Xunta, el del Concello y, quizás el más ajetreado, el de la oficina del peregrino, que dispone de una organización de visitas guiadas a la catedral. Y ya en el aeropuerto de Lavacolla se puede mejorar la planificación de la estancia gracias al mostrador situado en la zona de llegadas.

Los aeropuertos de A Coruña y Vigo tenían también mostradores de atención al viajero, pero se eliminaron con la reciente reforma de ambas terminales. En Alvedro, el puesto habitado se cambió por un pupitre electrónico (por cierto, de fabricación gallega) en el que los recién llegados pueden consultar la web de turismo municipal. En Peinador, la desaparición de este servicio ha dado lugar a enfrentamientos en el pleno de la corporación local. Vigo aparece así como la ciudad peor dotada para atender al turista, con solo dos puntos de información. Uno se ubica en el muelle de trasatlánticos, para los cruceristas; el otro está situado a cincuenta metros del primero, en la calle Cánovas del Castillo.

La capital de la provincia, Pontevedra, presenta una mejor dotación. A las oficinas informativas de la Xunta y del Concello se suman la que gestiona la organización Turismo Rías Baixas, de la Diputación, y la que está en el Concello de Poio, bien situada para orientar a los visitantes que se dirigen a la costa norte de la ría.

Más puestos de atención que en Vigo están abiertos en Ribeira, a pesar de la diferente dimensión de las dos urbes. La localidad del Barbanza cuenta con tres.

En A Coruña, aparte de una caseta de información para cruceristas, en el muelle de trasatlánticos, están la oficina de Turgalicia, hoy provisionalmente en los jardines de Méndez Núñez, por obras; la municipal, en la plaza de María Pita y el punto de información de la torre de Hércules.

Los visitantes disponen de dos oficinas turísticas (la de la comunidad y la municipal) tanto en Lugo como en Ourense. Ribadavia, villa de alto interés histórico, cuenta con otras dos. Pero la demanda en las zonas playeras es muy superior. Nada menos que nueve oficinas atienden las preguntas de los forasteros en la costa sur de la ría de Arousa, entre Vilagarcía y O Grove.

La pequeña villa marinera de Laxe tiene abiertos hasta tres puntos de información turística. Y en Vimianzo, pueblo monumental y buena base para un recorrido por la Costa da Morte, hay otros dos. Así que si los viajeros que vienen a Galicia siguen preguntando en A Coruña por la iglesia de Santa María Pita, no será por falta de informadores a su disposición.